El supercohete, formado por una nave (Starship) y un propulsor (Super Heavy Rocket) completamente integrados, pudo despegar en este ocasión después del intento fallido del lunes, cuando los técnicos de la compañía del multimillonario Elon Musk desistieron al detectar que una válvula de presurización estaba congelada.
La ventana de lanzamiento de 62 minutos se abrió a las 8.28 de la mañana hora de Texas (13.28 GMT) y en esta ocasión el Starship sí pudo despegar. El problema vino cuatro minutos después.
El cohete explotó ante la mirada del mundo, que seguía la transmisión de lanzamiento desde redes sociales. El video ya fue retirado de las cuentas oficiales pero los apartes de la explosión están en internet.
“Felicitaciones equipo en un emocionante lanzamiento de prueba de Starship. Aprendí mucho para el próximo lanzamiento de prueba en unos meses”, dijo Musk.
“En una prueba como esta el éxito proviene de lo que aprendemos, y la prueba de hoy nos ayudará a mejorar la confianza de Starship mientras SpaceX busca hacer que la vida sea ‘multiplanetaria’”, indicó la compañía, que a pesar de la explosión consideró positivo lo ocurrido sobre el cielo de su base llamada Starbase y situada en la costa texana del Golfo de México.
El de hoy era el segundo intento de SpaceX para la prueba del proyecto del gran cohete Starship, diseñado para transportar a personas a la órbita terrestre, la Luna y Marte, que se compone de una nave (Starship) y un propulsor (Super Heavy Rocket) totalmente integrados.
Starship tuvo que desistir el pasado lunes del despegue después de que los técnicos descubrieron que una válvula de presurización estaba congelada.