Cuando se habla de Mundiales de Fútbol todo el mundo piensa en los goles, las gambetas, el buen fútbol y toda la ‘magia’ que adorna la competencia deportiva más importante del planeta.
Pocos piensan en las tarjetas amarillas, las expulsiones y mucho menos en las polémicas.
Pues bien, en el capítulo de hoy sobre los Mundiales vamos a recordar la Batalla de Núremberg, un partido entre Portugal y Holanda que terminó con más tarjetas que futbolistas sobre el césped del estadio Max-Morlock.
¡Qué ‘leñera’!
Portugal, liderado por Luis Figo, un joven Cristiano Ronaldo y la potencia de Deco, llegó al Mundial de Alemania 2006 como un serio candidato, algo que terminó corroborando en el camino que recorrió en la competencia.
Los lusos avanzaron como primeros del Grupo D, tras ganar sus tres partidos (México, Angola e Irán), lo que los llevó a los octavos de final.
Allí se encontraron con Países Bajos (Holanda), que clasificó en la segunda posición del Grupo C, por detrás de Argentina.
El duelo entre lusos y neerlandeses hacía pensar que se vería un duelo con bastante juego vistoso, pero por el contrario vimos fue patada tras patada y muchas faltas.
El festival de tarjetas comenzó al minuto 2 del encuentro, con una amonestación que recibió Mark Van Bommel, volante de marca.
Tan solo 5’ después, Khalid Boulahrouz fue el siguiente en recibir una cartulina.
Luego llegó el turno para el portugués Maniche, al 20’, quien también marcó el único gol del compromiso al 31’.
Por Portugal también recibieron tarjeta Costinha, en dos ocasiones (31’ y 45’), quien se convirtió en el primer expulsado del juego.
El montón de amonestaciones siguió con Petit (Portugal, 50’), Giovanni Van Bronckhorst (Países Bajos, 59’) y Luis Figo (Portugal, 60’).
Luego llegó la segunda expulsión del partido, esta vez para Países Bajos.
Boulahrouz, quien estaba amonestado, recibió la segunda tarjeta (62’) y terminó expulsado, dejando a cada selección con diez hombres.
Luego fue el turno para los neerlandeses Wesley Sneijder (73’) y Rafael Van der Vaart (74’), mientras que por los portugueses recibieron más tarjetas Deco (73’), quien se fue expulsado tan solo cinco minutos después al recibir una segunda amarilla. Por su parte, Nuno Valente y Ricardo Pereira (76’) también recibieron amonestación.
Finalmente, Gio Van Bronckhorst recibió una segunda amarilla y terminó expulsado (90’).
Es decir, Portugal recibió nueve tarjetas amarillas y dos rojas, mientras que Países Bajos obtuvo siete amarillas y dos rojas. Nunca un partido de un Mundial había visto 20 tarjetas, algo que difícilmente sea superado.
El árbitro encargado de sacar esa cantidad fue el ruso Valentin Ivanov, quien fue el gran protagonista del compromiso. Un récord que está por verse si se podrá superar en Catar 2022.
