La Fifa se comprometió este martes en Yakarta a trabajar con el gobierno de Indonesia para mejorar las medidas de seguridad de los estadios en el país asiático, tras la muerte de más de 130 personas a raíz de una estampida.
El presidente de la Fifa, Gianni Infantino, indicó que prioriza “reformar” y “transformar” el fútbol indonesio para garantizar la “seguridad y protección” de los aficionados, durante una rueda de prensa conjunta con el presidente indonesio, Joko Widodo.
“Vamos a trabajar juntos como un equipo, como un equipo ganador. Nos centraremos en las operaciones (de seguridad) en los estadios, en los estadios en sí mismos, en los aficionados, su comportamiento y su compromiso”, declaró Infantino tras expresar “sus profundas condolencias” a los familiares de los fallecidos.
El jefe del organismo rector del fútbol mundial calificó como “uno de los días más negros del fútbol” la estampida que se cobró la vida de 132 personas ocurrida el 1 de octubre en el estadio Kanjuruhan, en la isla de Java.
La comisión especial formada para investigar el incidente señaló que uno de los desencadenantes de la tragedia fue el lanzamiento por la Policía de gases lacrimógenos -cuyo uso en el interior de los estadios está prohibido por las normativas de la Fifa- contra las abarrotadas gradas tras la invasión de campo de miles de aficionados.
Esto causó que los hinchas salieran en tromba hacia las salidas del estadio, que no se encontraban del todo abiertas, y provocó cuellos de botella donde muchas personas perdieron la vida ahogadas o aplastadas.
“Las infraestructuras también necesitan ser revisadas porque parte de los incidentes que pueden suceder suelen estar vinculados al estado de estas”, dijo Infantino al reafirmar su apoyo a que Indonesia organice en 2023 la Copa Mundial de Fútbol Sub-20, prevista para 2021 pero aplazada por la pandemia del COVID-19.
La comisión especial apuntó, en un informe de 124 páginas publicado la semana pasada, que la directiva de la federación de fútbol, responsable de la liga indonesia, fue negligente a la hora de implementar las normas de seguridad, al tiempo que pidió que se investigue a los hinchas que fueron violentos y quemaron vehículos cerca del estadio.
Las víctimas mortales por la estampida incluyen a dos policías y a 33 menores de entre 4 y 17 años.
Se trata de la peor tragedia en un estadio de fútbol indonesio y una de las más graves en el mundo.