Hace un mes, el Comité Olímpico de Nueva Zelanda publicó la lista de deportistas que participarán en los Juegos Olímpicos, entre los que se encontraba la haltera Laurel Hubbard, quien será la primera atleta transgénero en participar en la cita olímpica.
“Me siento agradecida y humilde por la amabilidad y el apoyo que me han brindado tantos neozelandeses”, dijo en su momento Hubbard, antes llamado Gavin, de 43 años de edad y quien comenzó en 2012 su proceso de reasignación de sexo.
El organismo olímpico neozelandés remarcó que Hubbard cumplió con los criterios de elegibilidad tanto de la Federación Internacional de Halterofilia, el Comité Olímpico Internacional (COI) y de Nueva Zelanda, incluyendo los referidos al cambio de sexo.
“Reconocemos que la identidad de género en el deporte es una cuestión muy sensible y compleja que requiere un equilibrio entre los derechos humanos y la equidad en el terreno de juego”. Indicó Kereyn Smith, director general del Comité Olímpico de Nueva Zelanda.
Sin embargo, aunque esta participación significa un gran paso a la inclusión en el deporte mundial, algunas de las atletas olímpicas han calificado de “injusta” o hasta de “broma” la presencia de Laurel en estas Olimpiadas.
Ese el caso de la belga Anna Van Bellinghen, quien no ocultó su descontento: “Cualquiera que haya entrenado levantamiento de pesas a un alto nivel sabe que esto es cierto. Esta situación en particular es injusta para el deporte y los deportistas. Es una broma de mal gusto“.
Y aunque Laurel también ha recibido el apoyo de otros competidores y exdeportistas, que son referentes, Constantino Iglesias, presidente de la federación española de la disciplina, fue enfático en las declaraciones entregadas al diario Marca:
“Sinceramente, no me parece nada justo. Hay que aceptar las normas del COI, pero es un tema que no está resuelto y que debe estudiarse en el futuro. Yo he visto competir a esta persona cuando lo hacía con los chicos. Seguramente no se hubiese clasificado para la prueba masculina y en cambio aquí tiene opciones de medalla».
“Está claro que por ley, ahora mismo, es legal, pero es injusto porque tiene más fuerza y su masa ósea no puede cambiar en poco tiempo. Lleva muchos años compitiendo con hombres y, de verdad, creo que es algo malo para estos Juegos. Después habrá reuniones para abordar y resolver este tema”. Expresó.
¿Tendrá razón? Pues según los estudios más recientes sugieren que las mujeres trans conservan una ventaja de hasta el 12 % en las pruebas físicas incluso después de tomar hormonas durante 2 años para suprimir su testosterona.
Ante el revuelo de su participación, Laurel decidió alejarse de la prensa y no salir de la villa olímpica.