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Exclusivo: Entrevista con Rafael Dudamel, sus sueños y anhelos con Atlético Bucaramanga

Trabajo duro y dedicación es el secreto de un entrenador que tiene soñando a los seguidores del equipo ‘Leopardo’.

Mientras Nueva Orleans (Estados Unidos) se sumergía en una de sus capítulos más tristes por el asesinato de diez personas en un hotel, el caudal del río Yurubí recorría el borde de uno de los ‘pulmones verdes’ de San Felipe, una ciudad ubicada en la cordillera del interior de Venezuela, que se caracteriza por su clima agradable, rodeada por la mejor exótica vegetación del país vecino.

Ese 7 de enero de 1973, San Felipe vio nacer a uno de sus referentes deportivos, quien con sus aspiraciones y proyectos logró convertirse en uno de los futbolistas más importantes de la historia de la selección venezolana, Rafael Edgar Dudamel Ochoa.

Hijo de Rafael Edgar Dudamel Lucena y María Marisol Ochoa Jiménez, creció en el seno de una familia llena de valores, esos que le fueron inculcados desde muy pequeño y que se convirtieron en uno de los estandartes más importantes en el transcurso de su vida, esa que ha estado llena de historias y anécdotas, la mayoría enlazadas a un balón de fútbol. Su infancia y juventud transcurrieron entre Yaracuy, Lara y Mérida, estados en los que no perdía oportunidad para juntarse con sus amigos y disputar algún cotejo.

Precisamente, Mérida se convirtió en una de las claves de su carrera, pues fue allí donde un entrenador de las categorías menores de la Universidad de Los Andes Fútbol Club descubrió el potencial del joven de ojos claros, quien tras obtener el permiso de sus padres, ingresó al equipo, el mismo con el que haría su debut como profesional años más tarde, en 1988.

Tiempo después, el guardameta se fue consolidando como uno de los más destacados en el balompié de su nación, la misma a la que representó y con la que dejó uno de los recuerdos más bonitos para los venezolanos, uno que nació desde la preparación y la improvisación del momento.

“Yo digo que no fui yo (el que pateó el balón), fue papito Dios quien me libró de ese susto, si hubiese sido yo, la pelota habría terminado en córner”, mencionó con una sonrisa de lado a lado al recordar cómo un 9 de octubre de 1996, en medio de una jornada de Eliminatorias Sudamericanas al Mundial de Francia 98′, dejó a un lado sus medios y, tras superar a jugadores como Gabriel Batistuta y Diego Simeone, enmarcó una anotación de tiro libre que se terminó colando en el ángulo superior derecho del arco de la selección de Argentina.

A pesar de que los gauchos terminaron ganando el compromiso, el mundo fue testigo de cómo el portero venezolano celebró ese gol como si hubiese sido el de la clasificación a la Copa del Mundo.

Bajo el radiante sol de la ‘Ciudad Bonita’ de Colombia, llegó Rafael Dudamel al estadio Alfonso López, su presencia engalanó la rueda de prensa previo al compromiso de Atlético Bucaramanga contra Independiente Medellín, con su estilo característico, una camisa manga larga de color azul claro con blanco, un dril oscuro y unos zapatos que se definen entre lo deportivo y lo elegante.

Bajo el radiante sol de la ‘Ciudad Bonita’ de Colombia, llegó Rafael Dudamel al estadio Alfonso López, su presencia engalanó la rueda de prensa previo al compromiso de Atlético Bucaramanga contra Independiente Medellín, con su estilo característico, una camisa manga larga de color azul claro con blanco, un dril oscuro y unos zapatos que se definen entre lo deportivo y lo elegante.

Rodeados de esquemas y tácticas, ingresamos a la ‘oficina’ del entrenador, un espacio en el camerino de la plantilla ‘Leoparda’ que con tableros y fichas está adaptado para el trabajo del estratega, quien de manera tajante, apenas notó nuestra presencia, le mencionó a su cuerpo técnico su corta ausencia del terreno de juego, para poder acogernos. Posteriormente, se paró, y con el mayor respeto y amabilidad acomodó dos sillas para empezar a relatar en un corto periodo de tiempo algunos de los momentos más significativos de su presente y trayectoria.

Con elocuencia al hablar y una actitud bastante atractiva, el hombre más querido por estos días por la afición ‘auriverde’ empezó a revelar algunos de sus secretos, haciendo referencia al manejo del camerino, en donde la transparencia y la seguridad se han convertido en sus mejores aliados, pues son las razones por las cuales, así haya jugadores que no sumen tantos minutos, la plantilla no lo cuestiona, por el contrario, lo respalda y con creces con un juego llamativo. El buen ambiente se hace evidente ante los seguidores del certamen colombiano.

Acostumbrado a tratar a los jugadores como a él le gustan que lo aborden, y asumiendo la estrategia como en un meticuloso juego de ajedrez, el venezolano inicia así el proceso para elaborar su mejor plan, un discurso que le permite al deportista reconocer su importancia dentro del equipo, interpretar las instrucciones y disfrutar de su rol, sintiéndose valorado e importante.

Sin pausa alguna y con el reloj en contra, pues sus pupilos estaban esperándolo en la gramilla del escenario deportivo, el ‘profe’ resaltó que este proyecto también es el resultado de la unión de una ciudad que le ha brindado la tranquilidad a todo el cuerpo técnico y con la que, cuatro meses después de su llegada, ha logrado crear un sentido de pertenencia, rescatando la construcción de una relación entre la hinchada, los jugadores y las directivas, algo que hace muchos años no era posible en el elenco santandereano.

De repente, sus palabras se detuvieron y, tras mirar a la cámara, Dudamel dirigió su atención ante la próxima pregunta y, en medio de emociones, recordó uno de sus mayores triunfos profesionales. El 22 de diciembre de 2021 se coronó campeón del fútbol profesional colombiano con el Deportivo Cali, conjunto que en ese entonces fue potencializado de acuerdo a sus necesidades y al que menciona que no se parece en nada al Atlético Bucaramanga.

Con la idea de profundizar en sus ideas, el entrenador señaló que la diferencia entre ambas escuadras nace desde la confección de su nómina, pues en ese entonces el equipo ‘azucarero’ contaba con jugadores de mayor madurez, pero que carecían de un estado de forma física y de una buena ubicación; mientras que en el club bumangués ha tenido la oportunidad de plasmar su esencia desde cero, con menos presión y con la fortuna de haber elegido a jugadores muy talentosos, pero, sobre todo, con una “capacidad humana enorme”.

Tras una pausa, continuó la entrevista y, sin dudarlo, por fuera de los focos, el timonel se definió como un ser humano tranquilo, común y corriente, a quien le gusta disfrutar de un buen café, del comer bien y que aunque su vida entera se encuentra ligada al mundo del fútbol, su familia es lo más importante, pues si “ellos están bien”, él está “tranquilo para dar lo mejor de mí mismo”.

A lo anterior le agregó que no tienen ninguna cábala, pues eso es una muestra de inseguridad.

Todo marchaba en completa calma, cuando de repente, en uno de los momentos más significativos de la conversación, con su mirada puesta al horizonte, sus brazos adelante y una postura inspiradora, el jefe del banquillo búcaro relató que ese rugido que llega del estadio y el alma colectiva que se desfoga en cánticos e ilusiones, despiertan el mayor sueño que tiene actualmente, ser campeón con Atlético Bucaramanga.

Y como si estuviera atrayendo el campeonato en ese instante, empezó a imaginarlo y pensó en la felicidad de toda una región; pudimos notar cómo sus fibras se estremecieron visualizándolo, reconociendo la felicidad en el rostro de sus jugadores y abrazando a su familia. Tras quedarse sin palabras, suspiró y concretó: “Me quedo corto imaginando ese momento, me ilusiona muchísimo vivirlo”.

Entre otras cosas, Dudamel dejó claro que también le hace ‘ojitos’ a la idea de volver a dirigir la selección de Venezuela, pues siente que le quedaron muchos objetivos pendientes por alcanzar, aunque le agradece a Dios por darle la oportunidad de trabajar en lo que más le apasiona.

En ese instante, la presencia del jefe de prensa del equipo irrumpió en el camerino y con eso llegó el aviso de que el tiempo había finalizado, pero antes, con una sonrisa tímida y sus ojos llenos de un brillo especial, observó un video con mensajes de aficionados, a quienes les respondió dejándoles la tarea de disfrutar el proceso, pues el momento del triunfo es efímero y no se compara con la satisfacción de haber vivido cada uno de los pasos que fueron marcados para llegar a saborear las mieles de la victoria.

Con esa misma actitud con la que recibió al equipo de prensa, así mismo se despidió, agradeciendo el interés y, antes de que todos desocuparan su espacio, empezó a prepararse para cambiar sus prendas de vestir y unirse al entrenamiento del plantel.

Preguntas rápidas

P. ¿La arepa es colombiana o venezolana?

R. Venezolana.

P. ¿Pep Guardiola o José Mourinho?

R. Me gusta el juego de Guardiola, me parezco más en forma a Mourinho.

P.¿Lionel Messi o Cristiano Ronaldo?

R. Messi.

¿Si tuviese la oportunidad de dirigir un equipo cuál sería?

R. Mi familia.

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