La vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, afirmó que en el Gobierno harán “todo lo que esté en su mano” para que Luis Rubiales no siga al frente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).
Así lo anunció Ribera tras la reacción “bravucona” de Rubiales al anunciar que no va a dimitir de su cargo, cuando se daba por hecho que así lo anunciaría en la asamblea de la RFEF celebrada este viernes, en la que no solo evidenció que “considera normal lo que ha hecho” al besar a la jugadora Jenni Hermoso, sino que “invita al resto de hombres a defender” esta postura.
Ribera ha indicado que ahora toca “hacer una valoración técnica desde el punto de vista de procedimientos y de garantías de derechos en toda la ordenación deportiva, pero lógicamente”, añadió, “vamos a activar todo lo que esté en nuestra mano” para que Rubiales no siga al frente de la RFEF, pues su comportamiento “difícilmente puede calificarse como digno representante del fútbol español”.
Del discurso de Rubiales, que no pudo seguir, aunque le fue llegando “algún mensaje”, destacó como lo más “sorprendente” que “reivindique que los hombres no se acomplejen y que sigan esa recomendación de normalidad de este tipo de relación con las mujeres”.
“¿Queremos que esto sea el comportamiento que tengan los jefes, los compañeros de trabajo de nuestras hijas, de nosotras mismas? Creo que la respuesta es muy obvia”, agregó la ministra.
“Pero además no es solo que presuma, sino que incite y que invite al resto de hombres a defender que esto es normal me parece que vive en un planeta que desde luego no es territorio España”, ha ahondado.
Teresa Ribera recordó que este jueves invitó a Rubiales a reflexionar “si está a la altura de las funciones que representa y si le parece digno este tipo de comportamiento y de relación con las mujeres con las que trabaja y con las que de alguna manera tienen una relación de subordinación, de dependencia especial, porque obviamente no es el tipo de relación ni de reacción que tiene con los jugadores de fútbol en España”.
“Aparentemente, una primera respuesta” del presidente de la RFEF “hacía pensar que se había dado cuenta” de que no son propios de su cargo “comportamientos que hemos visto televisados o en fotos, que han suscitado una enorme alarma e indignación en la sociedad española y yo diría en general en los países occidentales”.
“Hoy, sin embargo, frente a ese anuncio de ayer ha reaccionado de una manera bravucona y ahonda en esa falta de realismo”, analizó la ministra.