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Los del Sur se pusieron violentos, entró el Esmad y se dañó el clásico

El clásico Nacional-América, que se jugaba este domingo en el Atanasio, tuvo que ser aplazado por falta de garantías. Aquí, el detalle de lo ocurrido.

La fiesta previa que suele servir de abrebocas a un clásico como el de Nacional y América terminó en caos en el estadio Atanasio Girardot. El balance: 11 policías y 13 aficionados heridos, daños materiales, confusión y miedo en el escenario y en sus alrededores, y el partido aplazado para una fecha que al cierre de esta edición no se había definido.

En principio se habló de jugarlo este lunes a las 10:00 de la mañana a puerta cerrada, pero el presidente del club verdolaga, Mauricio Navarro, dijo que no había garantías.

El conflicto se veía venir. Previo al compromiso (viernes pasado) la barra Los del Sur había manifestado en sus redes sociales el rompimiento de las relaciones con el club, debido a que el Nacional les había anunciado que no les iba a seguir dando beneficios y ellos, la barra, lo entendieron como un veto por las críticas que han lanzado contra el equipo y sus dirigentes.

Inclusive, la barra acusa a Nacional de sabotear su presencia en Argentina para el partido de Copa Libertadores contra Patronato que se jugó la semana pasada; y de pedirle a la Alcaldía sanciones en su contra.

Nacional, por su parte, este domingo en la mañana emitió un comunicado y desmintió al “ruptura” del equipo con su hinchada y manifestó que el problema solo es con Los del Sur. Y añadió que el motivo de la discordia, fue haber suspendido los “beneficios económicos” que tenía la barra. “Para nosotros, todos los aficionados son igual de importantes y por ello creemos firmemente que nadie debe tener privilegios sobre otros”.

Entre las peticiones de los barristas, rechazadas por el equipo, según Navarro, estaba que les volvieran a dar “las 500 boletas que se le daba a la barra” y así “iban a estar tranquilos, iban a entrar a hacer la logística del partido y este se iba a jugar en paz y en calma”.

El dirigente dijo que retirar esos beneficios era una decisión de la institución, no personal, y añadió que también pidieron dinero para cuidar a las hinchadas visitantes, a lo cuál el equipo también se negó. “¿Por qué exigencias económicas?”, se preguntó.

Así las cosas, la barra Los del Sur informó que levantaría las mesas de coordinación logística, seguridad y convivencia que desde hace años desarrollan en la ciudad en compañía de las autoridades para desincentivar la violencia en el fútbol.

Ante los distanciamientos, la Alcaldía de Medellín trató de mediar y citó en Twitter a una reunión este domingo a las 9:00 de la mañana, a la que no asistieron los representantes de Nacional por considerar que no era algo oficial.

Tras la insistencia y esta vez sí en una citación formal, se reunieron en el Puesto de Mando Unificado del estadio, pero allí, contó Navarro en Win Sport, no hubo acuerdos.

Los disturbios

Aproximadamente una hora antes del compromisos, que estaba pactado para las 6:20 de la tarde, comenzaron los desórdenes en el sector sur de Atanasio.

Tan acalorada estaba la situación que fue necesario el ingreso del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) para controlar la protesta. Como se puede ver en las fotografías y videos, hinchas de la barra del Sur se lanzaron hacia la gramilla y se enfrentaron a los policías, les lanzaron incluso las vallas publicitarias y vallas de seguridad que separan la cancha de la zona de las gradería. Asimismo, se veían personas vestidas de negro con el rostro tapado, que le lanzaban objetos a las autoridades.

Los policías, por su parte, estallaron detonadores y gases lacrimógenos para disipar a los manifestantes.

En principio las autoridades ordenaron cerrar las puertas del estadio para evitar el ingreso de más hinchas, a la espera de controlar la situación. Minutos más tardes se anunció por los altoparlantes la evacuación del escenario en medio de la lluvia que a esa hora caía sobre el sector.

¿Hincha o autoridad?

Cuando se acudió a las autoridades de la ciudad para dar un parte oficial de lo sucedido, también a través de la transmisión de Win+, el secretario de Gobierno de Medellín, Juan Pablo Ramírez, responsabilizó a los dirigentes del club Atlético Nacional de lo sucedido: “Rechazamos de manera categórica la violencia de los hinchas, pero sí queremos que quede claro que se establezca la responsabilidad de los directivos del Club Atlético Nacional en estos destrozos, en las lesiones de los policías, de los jóvenes afectados y ensangrentados por la renuencia del club a escuchar a su hinchada, a escuchar a las fuerzas vivas del equipo”.

Añadió que estas responsabilidades tendrán que ser establecidas a lo largo de esta semana y “que Nacional se dé cuenta que con esta actitud lo que ha generado es eso, que su responsabilidad es clara y contundente”.

Anunció que van a individualizar y establecer de manera directa quiénes estuvieron en los destrozos, quiénes generaron la violencia y quiénes agredieron a los servidores públicos.

Finalizó diciendo que todo lo que se vivió este domingo en el Atanasio “se debe a la indiferencia y los oídos sordos de la dirigencia de Nacional. Fue su falta de escucha es lo que ha llevado a poner a la ciudad en medio de esto y ha puesto a ciudadanos y policías en riesgo”.

El funcionario Juan Pablo Ramírez ha mostrado estar del lado de la barra de Los del Sur, el sábado 15 de abril publicó, en su cuenta de Twitter, un mensaje (con varias fotografías) en el que invita a Nacional “a revisar la posición asumida ante su barra popular adportas de tan importante compromiso entre el equipo verde y el América de Cali y así tengamos fiesta, alegría y diversión en las tribunas del Atanasio”. En una de las fotos aparece en una de las tribunas, vestido de verde, animando a Nacional en uno de los encuentros.

Quintero entra en acción

En horas de la noche, el alcalde Daniel Quintero trinó sobre lo acontecido en el Atanasio Girardot: “No vamos a tolerar la violencia. Me toca poner hasta 800 policías por cada partido. No prestaremos el estadio a Nacional hasta que no se acuerden condiciones mínimas de seguridad entre barra y directivas, y la vigilancia sea pagada por el equipo. Prefiero a los policías cuidando a la gente en las calles”.

Su mensaje, sin embargo, ha sido cuestionado pues según le han recordado expertos en materia legal, según la ley 1270 de 2009 le corresponde al alcalde velar por la seguridad en eventos de fútbol y presidir la comisión local de seguridad y convivencia en el municipio.

Es improbable que el partido Nacional-América, de la fecha 14 de la Liga Betplay-1, se realice este lunes, sin público. Al cierre de edición no había un comunicado oficial de la Dimayor, entidad organizadora del torneo, ni de los dos clubes. Extraoficialmente se conoció que Tulio Gómez, presidente del América, manifestó que el encuentro se jugará en mayo, en fecha que acordarán con la Dimayor.

Los hechos de violencia que obligaron al aplazamiento del partido merecieron el repudio generalizado. Los estadios son escenarios de juego y diversión, no campos de batallas.

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