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El día que el rey Pelé visitó Bucaramanga

El brasileño visitó la capital santandereana el 16 de octubre de 1975.

¿Se imaginan que a Bucaramanga llegara Lionel Messi o Kylian Mbappé, los futbolistas más reconocidos del momento? Pues el 16 de octubre de 1975 Edson Arantes do Nascimento, mejor conocido como Pelé, con tres títulos del mundo en sus espaldas, visitó la ‘Ciudad Bonita’ y compartió una clínica para niños de 12 y 14 años en el estadio Alfonso López.

Ese día el gran Pelé pisó tierra santandereana, con motivo de la celebración de los 25 años de la industria Hipinto como embotelladora de Pepsi Cola.

Además de la presencia del ya reconocido en ese instante como el mejor futbolista de todos los tiempos, en aquellos días existía gran expectativa por la disputa del partido de ida de la final de la Copa América entre Colombia y Perú, que se desarrollaba el mismo día en la noche y que terminó ganando el equipo orientado por ‘El Caimán’ Sánchez, con gol de Ponciano Castro.

Luego, Perú ganaría 2-0 en Lima y 1-0 en Caracas, en el desempate, para quedarse con el título del certamen.

Pelé, que tenía 35 años en esa época y daba sus últimas pinceladas de fútbol en el Cosmos de Estados Unidos, tomó parte de una Clínica para niños de 12 y 14 años que se desarrolló en el estadio Alfonso López de Bucaramanga, que en ese año fue epicentro de una de las mejores campañas del Atlético Bucaramanga, de la mano de Misael ‘El Papo’ Flórez, mediocampista santandereano que llevó al ‘Leopardo’ hasta el cuarto lugar de la Liga colombiana.

Pelé, que a diferencia de Diego Armando Maradona, quien años más adelante, en 1979, disputó un amistoso en la ‘Ciudad Bonita’ entre Argentinos Juniors y Atlético Bucaramanga (1-1), cuando aún era poco conocido, llegó con todo el éxito encima, después de los tres títulos del mundo conseguidos con Brasil, además de varios campeonatos con el Santos, entre ellos dos Copas Libertadores de América.

Precisamente, el surgido en la humildad de Brasil y que a los 17 años debutó en los Mundiales, con seis goles y el anhelado título que le prometió a su papá al verlo llorar por la caída de Brasil en la final de 1950 contra Uruguay, en el recordado ‘Maracanazo’, hizo una carrera majestuosa, dejando a su paso miles de gambetas, ‘jogo bonito’ y goles.

Por tal razón, Bucaramanga se paralizó para recibir al ídolo de multitudes, con una caravana por las principales calles de ‘La Bonita’ y que finalizó en el Parque García Rovira, donde recibió las llaves de la ciudad de manos del alcalde de la época, Jorge Reyes Puyana.

El astro del balompié mundial, que también tuvo un multitudinario recibimiento en el Aeropuerto de Bucaramanga, ubicado en el actual sector de Real de Minas, deleitó a los santandereanos con su carisma, al punto de firmar miles de autógrafos y probar las famosas hormigas culonas.

Durante la presentación, que se realizó sobre las 6:30 de la noche, de la que fueron afortunados 56 niños, elegidos por otros dos históricos del balompié santandereano, Hermán ‘El Cuca’ Aceros y Américo Montanini, Pelé jugó, entregó conceptos futbolísticos y también proporcionó consejos para aplicar en la vida.

Obsequió 25 balones autografiados a quienes asistieron al evento en las gradas del Alfonso López, en una recaudación que sirvió para la beneficencia. El valor de la boleta fue de 5 pesos en la tribuna oriental y 10 pesos en la occidental.

También habló de su futuro
En las declaraciones que sostuvo para esta casa periodística, ‘El Rey’ Pelé manifestó que no jugaría más para su Selección, a pesar del pedido de la gente e incluso de los entrenadores.

“Nunca volveré a vestir la camiseta del Brasil en un Campeonato Mundial. Llevo 20 años jugando fútbol y ahora estoy en turno de enseñar. He sido llamado por Brandao para militar en la Selección de mi país, pero no tengo el mínimo interés en ser jugador, ni auxiliar, ni entrenador”, dijo Pelé.

Frente a su labor en el Cosmos, que también recibió críticas en su país, afirmó que “fui al Cosmos como embajador de mi país. En un comienzo los periodistas y la opinión pública en general me censuraron por no quedarme en el Brasil, pero poco a poco cambiaron de concepto y me hallaron la razón”.

Y agregó: “Los líderes de todos los países dialogaron con mi gobierno y no tuve ningún problema en convertirme en embajador. Yo siempre porto la camiseta del Brasil, represento al Brasil y soy del Brasil”.

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