Después de su aprobación en primer debate, la reforma tributaria sigue teniendo varias modificaciones para lo que será la ponencia para el segundo debate con las plenarias del Senado y la Cámara de Representantes.
El nuevo articulado podría ver reducida su estimación de recaudo para 2023 que, por ahora, está en $21,45 billones, cuando el objetivo inicial era de $25 billones.
Después de tres semanas desde que se aprobó en primer debate, estos son los cambios que se estarán negociando en las reuniones entre los congresistas ponentes del proyecto de ley y el Ministerio de Hacienda, en cabeza de José Antonio Ocampo.
Impuestos a los hidrocarburos
Este es uno de los puntos más polémicos de la reforma tributaria y el que más ha tenido modificaciones desde que se radicó el proyecto en el Congreso hace casi tres meses.
Y es que estos impuestos al uso del subsuelo, como lo llama el Gobierno, serán la principal fuente del recaudo de la tributaria. Se estima que el próximo año se recojan $11,2 billones solo con los nuevos gravámenes a los hidrocarburos, la mitad de la reforma tributaria.
En el proyecto original, el que radicó Ocampo el pasado 8 de agosto, se proponía gravar las exportaciones extraordinarias del petróleo y del carbón con un impuesto de 10%, pero el artículo fue retirado por vicios de inconstitucionalidad. En cambio, se propuso imponer una sobre tasa de renta a este sector de 10% en 2023, la cual se iba a reducir a 7,5% en 2024 y a 5% en 2025.
Ahora sufrió una nueva modificación. El ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, les propondrá a los congresistas una nueva fórmula para gravar a los hidrocarburos en el que esas sobretasas dependerán de los precios internacionales.
Si el precio del petróleo o del carbón en los mercados globales está 30% por encima del promedio histórico de los últimos 20 años, habrá una sobretasa de renta de 5%. Pero si están por encima de 60%, la sobretasa será de 10%. De este modo, cuando los precios internacionales bajen, va a desaparecer esta renta adicional para las empresas petroleras y carboníferas.
Impuesto a las zonas francas
Este es otro punto de alta discusión en el debate de la tributaria. El Gobierno asegura que las empresas ubicadas en las zonas francas tienen una ventaja “injusta” sobre las demás, ya que cuentan con una tarifa de renta especial de 20%, pero basan sus actividades comerciales en el mercado local, cuando las zonas francas se crearon para incentivar la exportación.
Según el Minhacienda, el mercado nacional representa 85% de las ventas de bienes y servicios de los usuarios de estas zonas, por lo que no se estaría priorizando la exportación.
Por eso propuso que para conservar la tarifa especial de 20%, las empresas de las zonas francas tenían que cumplir con un tope máximo para vender en el mercado nacional que no superaba el 40%.
La nueva propuesta plantea un régimen mixto de tributación para estas compañías. Las empresas que se dediquen a la exportación de sus bienes y servicios mantendrán la tarifa de renta de 20%, al tiempo que, si los destinan al mercado interno, la tasa será de 35%.
Otros cambios
Aunque el MinHacienda no los ha mencionado, algunos ponentes de la tributaria se han referido a acuerdos que se habrían llegado sobre otras modificaciones en el articulado para el segundo debate.
El primero de ellos es que se eliminará el límite máximo de 5% en las deducciones para el impuesto de renta para las empresas cuando hagan donaciones a entidades sin ánimo de lucro.
Otro cambio es que se aumentará el monto de las pensiones exentas que pasará de $5,6 millones a más de $10 millones.
Y el tercer cambio es que se mantendrán exentas las importaciones de menos de US$200, que favorecerá el e-commerce.
