Un chiste en redes sociales hizo tendencia a la reconocida cadena Dollar City hace apenas cuatro días, cuando el precio del billete estadounidense comenzó a rozar los $5.000, este fue todo un acontecimiento porque los colombianos jamás habían visto algo medianamente parecido.
“Quién diría que comprar en Dollar City se convertiría en un lujo”, era uno de los comentarios que circulaba en Twitter y le ponía un toque de humor a la situación.
Lo cierto es que la disparada del dólar sí tendrá efecto para el bolsillo de los colombianos y puede agudizar el alto costo de vida que ya están enfrentando las familias en la actualidad.
Vale recordar que el Índice de Precios al Consumidor (IPC), que mide siete divisiones de gasto, entre ellas alimentos, servicios, arriendo y transporte, en septiembre llegó a un pico de 11,44%, el más alto de los últimos 23 años.
De acuerdo con expertos de varios sectores, la divisa gringa, básicamente, tendrá efecto sobre todos los bienes y las materias importadas. Igualmente, los productos manufacturados por la industrial local subirán de precio si llevan algún componente traído de afuera.
Los alimentos
Este recorrido puede iniciar con el rubro del que nadie se puede escapar: la comida. Este ha sido el gasto que más se ha encarecido desde mediados de 2021 y su incremento año a año para septiembre fue de un prominente 26,62%.
Juan Pablo Duque, gerente de Equilibria Agro, productora nacional de limón Tahití, explicó que si bien los exportadores reciben más pesos por cada dólar exportado, el margen de ganancia disminuye porque los insumos para los cultivos son importados, lo que quiere decir que se pagan en dólares.
Hay que mencionar que el 85% del mercado de los fertilizantes en Colombia lo atienden cuatro compañías (Monómeros, Yara, Colinagro y Precisagros), que a su vez dependen en un 98% de materias importadas al momento de elaborar los agroinsumos. En conclusión, hay una amenaza directa de inflación por este lado. Y es sencillo: si los precios al productor suben, al consumidor final se le traslada parte del aumento.
¿Agro sin escape?
Jorge Enrique Bedoya, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), confirmó que esta presión le pega a todos los alimentos producidos en el campo colombiano, cuyos productores demandan más de dos millones de toneladas en insumos importados cada año.
Así mismo, esta ola de carestía que se avecina también alcanza al sector pecuario, pues el líder gremial calcula que la alimentación de los animales ronda el 75% dentro de la estructura de costos para los criadores. Por ende, las proteínas de cerdo, res y pollo también pueden ser muy sensibles al dólar.
Al consultarle en cuánto tiempo la gente puede percibir el efecto de la divisa históricamente cara, Bedoya afirmó que “depende de cuánto dure la coyuntura del dólar hacia arriba y de la disponibilidad de inventarios”. Según explicó, los productores cuentan con insumos comprados meses atrás, por lo que el impacto no sería inmediato.
En todo caso, el presidente de la SAC indicó que, de persistir el rally del dólar, habría qué revisar qué tipo de acciones podrían tomarse desde el gobierno con miras a amortizar un poco el choque, dado que al obstáculo de la tasa de cambio, también se suma la temporada de intensas lluvias y la guerra entre Rusia y Ucrania, dos factores que ya significaban una presión alcista para los alimentos.
Los demás gastos al alza
Javier Díaz, presidente de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex), corroboró que todo bien o producto importado (televisores, equipos de cómputo, celulares y electrodomésticos) estará expuesto a la tasa de cambio. “Si usted compra un carro importado, tendrá que dar muchos más pesos por cada dólar que vale el carro importado”, afirmó el líder gremial.
Francisco Sierra, presidente de la Junta Directiva de Incolmotos, planta ensambladora de Yamaha, confirmó que la coyuntura implicará un movimiento en los precios: “El incremento del dólar nos afecta mucho a toda la industria que necesita importar materia prima. Se pueden aumentar mucho los precios al público”.
Por su parte, Camilo Herrera, director de la consultora Raddar, apuntó que “no es fácil predecir o interpretar cuáles son los productos que se verán más afectados con el alza del dólar. Hoy por hoy, yo diría que casi toda la canasta de los hogares, de una u otra forma, está vinculada al dólar, tanto la básica como la no básica. Pensemos en los productos importados como ropa y tecnología o productos que contienen insumos importados como los carros”.
En este orden de ideas, Herrera coincidió en que los bienes que se importan estarán “en la primera línea de ataque, puede ser la ropa, los celulares, los televisores y cosas de ese estilo. Después los insumo y después los que están en la parte básica del proceso de producción. Pero seguramente, en este momento, toda la canasta de gasto estará claramente afectada por el fortalecimiento del dólar”.
Un comerciante dedicado a la distribución de electrodomésticos comentó que muchos empresarios de su sector ya preveían una posible disparada desde la época electoral y muchas se cubrieron con contratos de compra anticipados y se abastecieron con “buenos inventarios para no transmitir el sobrecosto en plena época decembrina, que es la mejor para nosotros”.
Al preguntarle en cuanto tiempo se sentirá el incremento del dólar, sostuvo que dependerán de cada comerciante y de la rotación de sus inventarios. Eso sí, dejó en claro que “nadie puede subir precios de una manera desbordada de hoy para mañana y decir que es por el alto costo del dólar. Estoy seguro de que todavía no hay en las vitrinas y en las góndolas lotes de mercancía negociadas con un dólar a $4.900”.
“Si la subida del dólar se mantiene por mucho más tiempo, yo diría que a partir de tres o cuatro mese se va a sentir la inflación en los hogares”, puntualizó.