En medio de la tercera ola de contagio con COVID-19 en Colombia, el Ministerio de Salud instó a los promotores del paro nacional (programado para este 28 de abril) a considerar el aplazamiento de la movilización teniendo en cuenta la actual situación del sistema de salud en varias ciudades principales del país
Así mismo, esta cartera dio a conocer que el Día de la Madre se pospone para el 30 de mayo en aras de evitar aglomeraciones que aumenten el estrés de la red hospitalaria.
“Proteger la salud de todos y evitar el contagio es proteger la vida. El esfuerzo para luchar contra la pandemia es de todos, desde todos los lugares y visiones de la sociedad, el compromiso por la vida debe ser un imperativo común”, afirmó Julián Fernández, director de Epidemiología del Ministerio de Salud.
Con este mismo escenario de fondo, la Procuraduría conminó a los colectivos que organizan las marchas a “obrar en consecuencia del difícil momento por el que atraviesa el país y considerar la posibilidad de aplazarlas, o acudir a otro tipo de expresiones que no pongan en riesgo su vida y la de la ciudadanía en general”.
“En todo caso el ente de control reitera el deber que le asiste en relación con garantizar el derecho a la protesta y enfatiza que cualquiera sea la decisión que tomen los ciudadanos estará a su lado velando porque se mantenga el orden público”, agregó la entidad.
En el caso de Bogotá, Luis Ernesto Gómez, titular de la Secretaría de Gobierno, reconoció que el derecho a la protesta está amparado constitucionalmente. Sin embargo, defendió que no necesariamente debe implicar grandes concentraciones humanas.
En línea con esto, señaló que durante la pandemia varios sectores han hecho sacrificios encaminados a proteger la vida por medio de cierres preventivos. Por ello, según sus palabras, “los líderes políticos deben hacer los mismos sacrificios y evaluar formas distintas de protesta”.
Gómez coincidió con la alcaldesa capitalina, Claudia López y remarcó que “convocar aglomeraciones es un atentado contra la vida”, especialmente en un momento en que Bogotá se encuentra en alerta roja debido a los altos índices de contagio y la ocupación de UCI en 91 %.
De hecho, el comportamiento de la pandemia ha obligado a la administración a tomar medidas como la ley seca, pico y cédula, aplicación del modelo 4×3, toque de queda nocturno y suspensión de las clases presenciales hasta el próximo 9 de mayo.