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Petro expuso ante empresarios receta para vivir sabroso

Su promesa en el Congreso de la Andi fue la de industrializar al país aprovechando el capitalismo.

El estreno del presidente Gustavo Petro —y de su equipo de ministros—, en el congreso de la Andi, sirvió para que desde la primera semana de su mandato se di conocieran las líneas generales de lo que pretende lograr la primera administración de izquierda que llega al poder en Colombia.

En la clausura de la actividad académica, que se realizó en Cartagena, el mensaje del mandatario fue de claridad y optimismo, al señalar que Colombia necesita urgentemente una política industrial que ayude a generar riqueza, y que su Gobierno será el capitán de ese barco.

“No estamos planteando solamente cómo distribuir lo que existe, que es muy poco sino cómo generar riqueza. Miremos el caso coreano, porque cuando nuestros abuelos fueron a pelear allá nosotros éramos dos veces más ricos que ellos y en 70 años ellos son seis veces más ricos que nosotros”, cuestionó el mandatario.

Su conclusión era que Corea había sido intensivo en la industrialización y que por eso llevaba productos con valor agregado a todo el mundo. Esa es la senda por la que Petro quiere llevar al país, según le aseguró a los empresarios.

“La producción no depende un empresario, ni de todos los empresarios juntos, faltaría saber intensivo y conectividad y en eso nos queremos comprometer”, dijo Petro, y agregó que en el modelo de país que busca el Estado conduce al sector privado, para lograr que “terminemos exportando productos industriales, cambiando la canasta exportadora que es bastante vulnerable, puro petróleo y carbón”.

Así que la invitación quedó abierta para que los empresarios participen del diálogo social que transforme al país y lo lleve a vivir sabroso.

Sabrosura

Las exposiciones de Petro y de los jefes de las carteras de Hacienda, José Antonio Ocampo; y de Comercio, Germán Umaña, dieron pistas de hacia dónde se quieren enrutar las políticas fiscal, comercial e industrial que lleven al país a “vivir sabroso”, según expresó en campaña la hoy vicepresidenta, Francia Márquez, quien pese a estar anunciada en el evento de la Andi, no asistió.

Al hacerles la pregunta de si en realidad el país vivirá sabroso en los próximos cuatro años, muchos de los asistentes al congreso de la Andi tenían reacciones varias: risas, carcajadas, muecas o manifestaciones de incertidumbre, y en otros casos de esperanza.

Por ejemplo, el ministro Ocampo, enfatizó en que “por supuesto vamos a vivir sabroso, porque ese es el objetivo de este Gobierno”. A su turno, Marcelo Cataldo, presidente de Tigo, comentó que “intentaremos y trabajaremos para vivir sabroso, pero hay que trabajar”.

Juan Manuel del Corral, presidente del Grupo Cadena, también consideró que eso es posible, porque el país tiene un gran potencial. “Todos tenemos la responsabilidad de trabajar por una mayor equidad. Ese es un compromiso en el que todos debemos poner un grano de arena, y pienso que si conciliamos las necesidades e intereses, vamos a encontrar reformas viables y lograremos que los recursos lleguen se necesiten”, dijo.

Previo a la llegada de Petro al cierre del evento gremial, Umaña señaló que el mensaje que este Gobierno quiere dejarle al sector privado es de respeto por el desarrollo nacional, y de “incorporación de progreso técnico del trabajo, y del equilibrio entre los tratados de libre comercio y el desarrollo nacional”.

El funcionario sostuvo que será necesario que haya un trabajo conjunto para cumplir los objetivos de disminuir las brechas existentes en pobreza y desigualdad.

Las tareas

Con un temario amplio sobre la mesa para los próximos cuatro años, y una reforma tributaria que de tajo apunta por recaudar $25,8 billones, parte de las inquietudes del sector privado radican en que una gran porción de esa cifra recaerá sobre las compañías, que hacen parte del aparato productivo.

Para la Andi, la propuesta que se radicó el lunes en la Cámara de Representantes estaría concentrándose, una vez más, en el sector privado con un valor estimado que se encuentra en un rango entre $12 billones y $17 billones, lo que por sí solo representaría la reforma tributaria más grande de la historia.

Buena parte de los asistentes al Centro de Convenciones de Cartagena consideró que las aplaudieron la posición de Bruce Mac Master, presidente de la Andi, al anotar que en forma civilizada se conversará con el gobierno para hacerle ver lo improcedente de algunas propuestas.

Y es que algunas de las inquietudes de los empresarios radican en que con más carga tributaria los accionistas se espanten y no le apuesten a nueva inversión.

Frente a este planteamiento, Umaña puso como ejemplo que en Corea del Sur o Europa el coeficiente de desigualdad está en el rango del 49% a 52%, y después de impuestos este indicador baja a 30%.

“Lo que estamos proponiendo es una reforma progresiva, porque tenemos un coeficiente Gini de 52%, pero luego de impuestos baja a 50%, es decir se mantiene la desigualdad y eso quiere decir que hay una mala utilización de los impuestos. Entonces si baja la desigualdad aumentará la demanda, así el que tiene más podrá ahorrar para invertir y habrá un estímulo para los inversionistas extranjeros”, explicó el ministro.

Desde la óptica del exministro de Hacienda, Juan Camilo Restrepo Salazar, uno de los conferencistas del congreso empresarial, no resulta conveniente implementar una reforma fiscal, en momentos en los que los bolsillos están vacíos y un índice de inflación (anualizado a julio de 10,21%) que no se observaba en más de dos décadas.

Igualmente mencionó que el motor del desarrollo se agota, y alertó porque cabría la posibilidad de que se acabe la capacidad consumo o de gasto en los años venideros. En ese contexto, el énfasis deberá estar puesto en que se gaste bien, es decir tener las cuentas organizadas a la hora de definir los planes de desarrollo y los programas de inversión.

Bajo tierra

Uno de los temas que suscita polémica es el correspondiente a la visión que del sector extractivo tiene el nuevo Gobierno, para el que se ha anunciado que no se suscribirán nuevos contratos de exploración y explotación de hidrocarburos, radicado iniciativas que impidan la práctica del fracking y sobre el que caerán nuevas cargas tributarias.

Para Eduardo Pizano, expresidente de Naturgás (gremio de las empresas de gas natural, las iniciativas que quiere liderar el gobierno Petro muestran que hay un afán por tomar decisiones que apuntan a cerrar la puerta a una “multitud de ingresos”, en caso de que los pilotos del fracking comprueben que esto no tiene efectos dañinos.

“Tenemos que evaluar de forma tranquila cuáles son las consecuencias de esto, pero no solo cerrar a la brava una buena oportunidad de negocios”, comentó.

Consultado sobre el efecto que los nuevos impuestos contemplados en el proyecto de reforma tributaria tendrían sobre la explotación de carbón y oro, Juan Camilo Nariño, presidente de la Asociación Colombiana de Minería (ACM), solo mencionó que la agremiación aún está analizando, con detenimiento, el potencial efecto de esas pretensiones fiscales.

En uno de los paneles del encuentro empresarial sobre cómo enfrentar el cambio climático, Susana Muhamad, Ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible, hizo énfasis en la importancia de rehabilitar zonas ecológicas perdidas, para hacer que los impactos del cambio climático sean menos drásticos. Y señaló que los trámites ambientales no pueden ser focos de corrupción ni obstáculos para el desarrollo empresarial.

Golpe al empleo

Quien sí pasó sustos esta semana en Cartagena fue el presidente del gremio de los comerciantes Fenalco, Jaime Alberto Cabal, quien no solo recibió la noticia en el sentido de que el Ministerio de Trabajo busca implementar la jornada laboral nocturna desde las seis de la tarde y no desde las nueve de la noche, sino que extravió su billetera.

Aunque la pérdida de esta última fue temporal, la idea gubernamental está en pie, por lo que la criticó señalando que “en Colombia se está volviendo costumbre hacer reformas al régimen laboral a retazos”.

Para el dirigente, los sectores más perjudicados serían aquellos que necesariamente deben operar en horas nocturnas, como el comercio, hoteles, bares, restaurantes, vigilancia, seguridad privada y empresas de entretenimiento, entre otras.

Estimó que de prosperar esta iniciativa se afectaría fuertemente la competitividad y la productividad de las empresas, y calculó que el incremento de los costos laborales, en promedio, sería superior en un 30% a los actualmente vigentes.

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