Una gaseosa. Ese era el mandado por el que salió el pequeño, el pasado viernes sobre las 3:00 de la tarde. El menor de 9 añitos no volvió del mandado aquel día, de hecho, no se supo nada de él hasta que el domingo encontraron su cuerpecito en condiciones deplorables, tendido boca abajo en un río cercano al barrio donde había estado viviendo con su mamá y otros familiares.
Fueron días de extrema preocupación para la familia Galindo Castillo, quienes buscaron incansablemente todo el día sábado y toda la tarde del domingo al pequeño hasta que, siendo pasadas las 2 de la tarde, los Bomberos avistaron al niño a orillas del río después de haber encontrado su ropita regada.
Angustiante búsqueda…
La tarde del domingo fue definitiva. El desespero había llevado a la madre del menor, una mujer de 32 años, a buscar a las autoridades del CAI La Joya para seguir buscando a Jonathan. Antes de abordar a los policías, la madre del menor había manifestado que algunos amiguitos del pequeño le habían señalado un punto en el río aledaño al barrio.
No solo bomberos llegaron el domingo, sino que toda la comunidad se puso en la tarea de buscar a Jonathan. En medio de las labores y ya cerca al río encontraron: un pantalón, una pantaloneta, una camisa, un bóxer y un par de zapatos. Al ver esto la madre del niño sintió un vacío desolador, pues todas eran las prendas que vestía su pequeño el día que salió por la gaseosa. La ropa estaba impregnada de sangre, solo que aún no se ha podido determinar de quién es.
Un misterio aún sin resolver…
Con estas pistas, los bomberos realizaron todas las labores de búsqueda en este río. Un uniformado vio sumergido el cuerpo del pequeño. Según contó su familia ayer, “estaba tirado, muerto, en una posición como si estuviera suplicando por su vida ¿por qué tienen que matar a un niño, no sabemos por qué, no entendemos por qué? Me parece injusto que le hayan quitado la vida a un niño de 9 años que estaba empezando a vivir su vida”, mencionó un tío del menor, denunciando que no entienden qué pasó.
Según adelantaron las autoridades, el pequeño fue hallado en una posición fetal y su cuerpo estaba rígido. Llama la atención que solo portaba unos bóxer, de resto no tenía ropa. Al parecer, preliminarmente, las causas de su muerte serían por ahogamiento, pero hay muchas dudas con respecto a la sangre en la ropa y la posición del cuerpo.
Por otro lado, los vecinos dijeron a Q’HUBO que “en estos lagos ya han arrastrado a más de uno. A veces se meten a bañar y pasan estas cosas”.
Sin embargo, los detalles no le cuadran a la familia, quien pide celeridad y verdad de los hechos en los que murió Jonathan. Ayer el cuerpecito del pequeño seguía siendo inspeccionado en Medicina Legal, donde los forenses siguen aclarando si el niño tenía heridas u otros signos de violencia. Hasta que las dudas se aclaren, esta familia lo único que pide es que haya justicia.
Al parecer, el pequeño antes vivía en el barrio Alfonso López, en Usme, hasta que sus papás se separaron y se fue a vivir con su mamá al San Joaquín. “Él era un niño muy feliz, venía de aquí allá pidiendo que le dieran una moneda para dulces y era muy alegre. No entendemos qué pasó, queremos que esto no quede así y nos digan qué le pasó. A las mamás les dejo un consejo: por favor a sus hijos no los manden solos a hacer mandados”, cerró el tío con mucho dolor.
