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Piloto de ‘fracking’ en Colombia ya tiene el aval ambiental para empezar en Puerto Wilches

Dentro del plan de inversiones para el 2022, Ecopetrol destinó 700 millones de dólares para pozos no convencionales, y para Kalé y Platero hay 20 millones de dólares.

A pesar de los reparos y cuestionamientos sobre cómo se llevó el proceso para la licencia ambiental del proyecto piloto de ‘fracking’ en Puerto Wilches, la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla) la otorgó el 25 de marzo del 2022 mediante la Resolución N° 00648.

Entre los argumentos de Ecopetrol para obtenerla en el Proyecto Piloto de Investigación Integral (PPI) de Yacimientos No Convencionales en Kalé, ubicado en Puerto Wilches (Santander), está el incremento de las reservas de crudo, toda vez que esas existencias, de acuerdo con los cálculos actuales del Ministerio de Minas y Energía, alcanzarán para 6,3 años.

Luz Stella Murgas, presidenta de la Asociación Colombiana de Gas Natural (Naturgás), precisa que este proceso se está dando para la seguridad energética del país, ya que los yacimientos no convencionales podrán quintuplicar las reservas y eso redundará en recursos fiscales que aumentarán en un 10% o 15% para la inversión del Gobierno en los próximos 25 años, eso equivale a $4 billones por año.

Felipe Bayón, presidente de Ecopetrol, ya había anunciado a final del año pasado que dentro del plan de inversiones para el 2022 se destinarán 700 millones de dólares para pozos no convencionales, y para Kalé y Platero hay 20 millones de dólares.

“El otorgamiento, en primera instancia, de la licencia ambiental del proyecto Kalé es un avance importante dentro de este ejercicio de verificación científica y participación ciudadana que representan los Proyectos Piloto de Investigación Integral. Seguiremos trabajando con absoluta rigurosidad en la instancia que sigue dentro del proceso de licenciamiento”, señaló Ecopetrol en un pronunciamiento.

Sin embargo, asociaciones en contra del ‘fracking’ como la Alianza Colombia Libre de Fracking rechazó la decisión de la Anla y señaló que fue un proceso de licenciamiento ambiental inédito, desarrollado en menos de cinco meses, con numerosas voces de rechazo, serios cuestionamientos al trámite y el aumento de los hechos de violencia en el Magdalena Medio, “incluyendo amenazas de muerte que implicaron el exilio de una activista de la región”.

La organización precisó que hubo ausencia de calidad técnica, así como falta de rigor de la entidad para evaluar un Estudio de Impacto Ambiental “con serias falencias en la definición del área de influencia, los temas biótico, hidrológico, hidrogeológico y de salud, e invisibilizando la pesca artesanal, entre otros hallazgos técnicos relevantes”.

¿Qué es el ‘Fracking’?

La Maestría en Ingeniería de Petróleos de la Universidad de Los Andes explica que el ‘fracking’ es una técnica de extracción, que consiste en fracturar rocas que tienen petróleo y gas atrapados en su interior.

“Mientras los hidrocarburos provenientes de yacimientos convencionales fluyen a la superficie, los hidrocarburos contenidos en yacimientos no-convencionales requieren de la inyección a alta presión de fluido de fractura con el objetivo de fracturar la roca para permitir que fluyan los hidrocarburos atrapados en ella”.

De acuerdo la Maestría, una preocupación en Colombia es el consumo y contaminación del agua. “La cantidad de agua requerida para desarrollar un pozo de hidrocarburos no-convencionales por medio del ‘fracking’ oscila entre 2,5 millones y 7,5 millones de litros. En términos simples, se requiere aproximadamente el agua de media piscina olímpica para fracturar un pozo”.

Por otra parte, la segunda preocupación respecto al agua es la contaminación por los químicos utilizados en el proceso de fracturamiento. “Requiere del fluido de fractura que es 99,5% agua y propante, y 0,5% de aditivos químicos. El propante es básicamente arena o partículas similares que ayudan a mantener la fractura o fisura de la roca abierta para que siga fluyendo los hidrocarburos. Los aditivos son químicos que generan una alta viscosidad en el fluido de fractura para poder transportar el propante”.

Kalé y Platero

Antes de revisar la licencia, hay que recordar que los proyectos piloto para la extracción de petróleo mediante el fracturamiento hidráulico (fracking) se efectuarán en los yacimientos no convencionales de Kalé y Platero, ubicados en Puerto Wilches.

Ya Kalé tiene su licencia ambiental, Platero está pendiente. A mediados de febrero, Ecopetrol radicó ante la Anla los resultados del Estudio de Impacto Ambiental de Platero, que es un requisito para la licencia ambiental.

Según habitantes de Puerto Wilches, en el área de influencia de esos pilotos se mueve la economía del municipio, que tiene como base el cultivo de palma, actividad que emplea por lo menos 8 mil personas y necesita mucha agua.

El área de influencia del proyecto está en tres corregimientos: El Pedral, Puente Sogamoso y Kilómetro 8. En los predios de El Pedral se ubica el yacimiento Platero y en el Kilómetro 8, Kalé. En esos lugares el 80% de las tierras están sembradas con palma. En los tres corregimientos viven cerca de 22 mil personas.

“Es un documento bastante denso de 722 páginas, hay que tomarlo con mucha mesura para los alcances y las reacciones en Puerto Wilches”, dijo un habitante del municipio.

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