Moreno, que fue condenado en 2014, pidió que se evaluaran los nuevos elementos materiales probatorios, por lo que buscó la forma de anular su sentencia. La Corte, sin embargo, no encontró que su solicitud tuviera algún sustento.
Según la alta corte los hechos de corrupción por los cuales fue condenado se realizaron cuando él aún era senador de la República. Desde su curul, Moreno ejerció presiones a funcionarios del IDU para que les fueran entregados contratos de infraestructura vial a determinados contratistas, puntualmente para la construcción de la tercera fase de Transmilenio sobre la calle 26.
El ex congresista debe responder por los delitos de concierto para delinquir, interés indebido en la celebración de contratos, enriquecimiento ilícito y cohecho propio.