La fosa común fue hallada en el sector de Bocas del río Cajambre, zona rural de Buenaventura. Allí se encontraban los restos de Javier Mauricio Palomino, de 45 años, y su hijo Juan Fernando Palomino, de 26 años de edad.
Los hombres habían sido secuestrados, al parecer, por integrantes del ELN el pasado 7 de junio en el corregimiento de Sabaletas. Ese día los secuestradores se llevaron a los tres integrantes de dicha familia, el abuelo, el padre y el hijo.
En un principio los captores pidieron $100 millones de pesos , los cuales fueron pagados y liberaron al adulto mayor, pero no a los dos jovenes.
Por esa razón hicieron otro pago, pero luego darle el dinero a los captores dejaron de recibir pruebas de supervivencia de Javier Mauricio y Juan Fernando.
De acuerdo con don José, el adulto mayor, ellos se encontraban en esa zona haciendo unos trabajos en un hotel, cuando un grupo de hombres -que se identificaron como parte del Ejército de Liberación Nacional- se los llevaron diciendo que se trataba de un secuestro extorsivo.
«A mí me liberan 23 días después de haberme tenido por los lados de Pizarro y Costa Rica. Nosotros cumplimos con el acuerdo al que habíamos llegado», agregó el hombre.
De acuerdo con el Gaula del Ejército, producto de las investigaciones se efectuó la captura de 6 personas, días antes de conocerse la suerte de los dos hombres.
Javier era un profesional del Mercadeo, y Juan Fernando, un arquitecto recién graduado.
Por ahora las autoridades siguen investigando para dar con los responsables de este macabro crimen.