No solo se trata de una cifra redonda que catapultaría su imagen justo en periodo electoral, sino del aumento real más significativo que ha tenido Colombia, lo que no estaría exento de consecuencias para la economía, tal como se lo han manifestado desde los gremios.
El año pasado cuando el presidente trinó el aumento salarial, una lluvia de críticas se le vino encima porque dijo que por primera vez los colombianos ganarían más de un millón de pesos, estaba contando con los $106.000 correspondientes al subsidio de transporte. Entonces el mínimo quedó en $908.526.
En esta oportunidad, para obtener el millón de pesos sería necesario un incremento de 10,07%, muy superior al dato que contemplan los empresarios, que si acaso superaría levemente la inflación que está proyectada por los expertos del Banco de la República en 5,3%. Sectores como la industria y la construcción, que se reactivaron primero, ofrecen máximo 7%, ya que suman el 1,9% de productividad que fue revelado el viernes; mientras que comercio y turismo jalonan hacia abajo.
En todo caso, el porcentaje que resulte sea de la negociación, que debe concretarse antes del 15 de diciembre, o del decreto presidencial, afectará directamente a 20,2 millones de personas que devengan el mínimo en el país, según el Dane.
“Nosotros siempre abordamos este tema con un sentido práctico y con un sentido social, y lo digo con esta claridad: en los últimos 40 años el que más aumentos reales ha hecho al salario mínimo ha sido este gobierno”, sostuvo Duque hace una semana.
Comparativas
En la reunión con al menos 14 empresarios antioqueños de diversos sectores y cuyas empresas son de diferentes tamaños, el mandatario presentó un documento en el que muestra cómo se han dado los aumentos salariales reales (incremento salarial menos inflación) desde 1985, allí dejó en evidencia que el gobierno de Virgilio Barco aumentó 0,7% en sus cuatro años; el de César Gaviria, -6,6%; el de Ernesto Samper, -1,5%; el de Andrés Pastrana, 1,6%; el primer periodo de Álvaro Uribe fue de 4,8%, y en el segundo de 4,1%; en el primer mandato de Juan Manuel Santos fue de 7% y el segundo de 4,1%.
Mientras que en sus primeros tres años, el Gobierno de Iván Duque ha incrementado el salario mínimo real en 6,9%. Así, si llega al millón de pesos se estaría hablando de 11,6% en todo su mandato.
De acuerdo con Duque, “siempre hemos buscado que haya por un lado la responsabilidad con la economía, pero por otro lado mantener el poder adquisitivo de la clase trabajadora de nuestro país y es con ese espíritu constructivo con el que volveremos a abordar esta discusión”.
Son varias las razones
Los argumentos del presidente fueron varios, en su intento por convencer a los empresarios de una apuesta que es un golpe directo a sus finanzas. El primero es que un aumento significativo dispararía la demanda, justo lo que se necesita para darle empuje a la reactivación de todos los sectores; el reconocimiento a los trabajadores que han sufrido mucho en los últimos dos años de cuenta de la pandemia y la inflación; y obviamente, el momento político que vive el país, con las elecciones legislativas y presidenciales.
Justamente el aumento salarial ha sido un “caballito de batalla” de todos los candidatos presidenciales, quienes coinciden en que el salario debe incrementarse por encima del millón de pesos.
“Aunque ese no fue el foco de la conversación, es un hecho que cualquier decisión económica que se tome desde el Gobierno en esta época tiene un efecto directo en las elecciones”, señaló uno de los empresarios que estuvo la semana pasada en la reunión.
Allí los empresarios adoptaron la propuesta del Ejecutivo, no sin antes sentar posición sobre los efectos inflacionarios que tendría el incremento; sin embargo, le pidieron que mantuviera el Programa de Apoyo al Empleo Formal (Paef), que ha subsidiado la nómina en medio de toda esta crisis. Un gana gana que le permitiría a Duque cumplir con su promesa antes de entregar el poder.
El presidente no solo se ha reunido con empresarios paisas, lo viene haciendo en diferentes regiones y con todos los sectores. Mañana se reunirá con la Junta Directiva de la Andi, una de las más difíciles que tendrá.
