La escena parecía sacada de una película de terror. En medio del callejón, sobre el pavimento, yacía sin vida el cuerpo de Kelvin José Matus Díaz con una mortal herida en el cuello, la mañana de ayer. Por los lados de la sábana blanca con la que lo cubrieron salían hilos de sangre que quedaron tatuados en el asfalto.
La escena era presenciada por varios curiosos y vecinos desde sus ventanas que observaban la inspección del cuerpo a cada costado del callejón, el cual había sido cerrado por una cinta amarilla de Policía Judicial.
Los habitantes del barrio Roma, en Kennedy, despertaron este miércoles festivo con esta noticia: Kelvin había sido asesinado con un cuchillo por un residente de esa misma cuadra en donde falleció.
«Tristemente el muerto, quien era de nacionalidad venezolana, estaba bastante tomado y agresivo con todos desde la noche anterior (martes). Había buscado pelea a varias personas y nadie le prestó atención, pero preciso se metió con quien no debía, y un muchacho sacó un cuchillo y lo mató delante de varias personas que estaban tomando a esa hora de la madrugada”, le manifestó ayer a Q’HUBO una residente de la zona.
Kelvin murió de manera instantánea, pues fue degollado por otro sujeto, quien fue capturado por la Policía minutos después de que cometiera el crimen y se intentara esconder al interior de su vivienda, la cual hoy permanece con los vidrios quebrados, ya que la muchedumbre iracunda arremetió contra la propiedad.
«Nosotros nos enteramos fue porque empezaron a escucharse gritos y luego vidrios rotos; salimos y estaba el cuerpo tirado en la mitad de la calle. La gente había roto las ventanas porque, supuestamente, ahí estaba escondido el asesino”, agregó un curioso del barrio.
El presunto homicida fue capturado y en este momento permanece en la URI de Kennedy, a la espera de que se defina su situación judicial, pues deberá responder por el delito de homicidio agravado.
Riña mortal
Corrían las 4 de la madrugada de ayer, cuando Kelvin se encontraba tomando en una calle del barrio Roma. Iba caminando con una botella en la mano y comenzó a sostener una acalorada discusión con seis sujetos que estaban tomando afuera de una vivienda.
Aunque al principio solo fueron palabras, con el pasar de los minutos la riña se comenzó a tornar más violenta, hasta que uno de los presentes entró a su casa y sacó un cuchillo, se acercó al joven venezolano y lo apuñaló con sevicia en el cuello hasta quitarle la vida.
Los presentes, consternados por lo que estaba ocurriendo ante sus ojos, se limitaron a decirle al agresor que se detuviera, pero este los ignoró.
En el momento en que el cuerpo de Kelvin se desplomó en la calle 56 A Sur con carrera 79 G, todos se miraron y entendieron que la vida del muchacho había llegado a su fin.
Minutos después del crimen, una patrulla de la Policía llegó al lugar de los hechos y acordonó la cuadra en donde ocurrió la tragedia. Sobre las 6 a. m. el CTI terminó la inspección del cuerpo y allí hicieron presencia también los allegados del occiso, quienes en medio del llanto, vieron cómo envolvían el cuerpo en el plástico blanco.
