De acuerdo con medios locales, la falta de pago y la tristeza por la ausencia del estilista serían las razones del fin de este negocio.
Estilistas, personal administrativo y de servicio habrían buscado otros trabajos. Así lo confirmó Jhonier Leal, hermano de Mauricio.
“Hay personas que han renunciado, manifestaron su dolor y decidieron irse a otras peluquerías, no han sido solidarios con esta prueba tan dura”, dijo a Semana.
Mientras, trabajadoras del sitio le aseguraron al mismo medio que, aunque querían seguir con el legado de Leal, la situación era compleja.
«Trabajamos y no nos van a pagar, todo el mundo tiene responsabilidades, obligaciones y necesitan sus pagos. Como las cuentas están congeladas, la quincena del 30, no se le pagó a nadie. Tenemos de nómina aproximadamente 25 personas, niñas de mantenimiento, administradoras, cajeras, chef, auxiliar de cocina”, dijo a Revistas Semana, Karen Ruiz, directora de marketing.
La familia del estilista atraviesa una díficil situación económica razón por la que una amiga debió pagar el entierro y las honras fúnebres tanto de él como de su madre.