El pasado 14 de enero, Cindy Yesenia Bobadilla Herrera, de 35 años, fue hallada sin vida en el interior de una vivienda en el municipio de Fusagasugá. Su muerte aún está por esclarecer, pero en medio del dolor de sus familiares y allegados, piden que se agilice la investigación para conocer qué sucedió.
Extraña muerte
Cindy Yesenia, madre de dos menores y licenciada en psicopedagogía infantil, fue hallada sin vida en horas de la mañana del pasado martes en una vivienda del barrio Villa Rosalía, en Fusagasugá.
Según cuenta su tía, quien era muy cercana a ella, Cindy se había radicado en el lugar desde hacía unos 8 meses, período en el que sostuvo una relación con un hombre que conoció en uno de sus trabajos.
“Realmente era una relación tóxica. Hace 5 meses, ella me llamó llorando y me contó que él la había maltratado. Yo iba a ir por ella a Fusagasugá. El día antes de que la encontraran muerta, ellos tuvieron una discusión. Yo vi que él tenía rasguñado el cuello y una oreja. Yo le decía a ella que se viniera para Villavicencio, pero respondía que tenía sus razones para quedarse allá”, relató la allegada.
A eso de las 6:10 a. m. del 14 de enero, la tía recibió una llamada. Al contestar, escuchó la desgarradora noticia por parte de la pareja sentimental de Cindy, quien le informó que ella se encontraba muerta.
“La pareja de Cindy me llamó a las 6:29 a. m. y me dijo que había amanecido muerta. Inicialmente, cuando contesté la llamada pensé que era ella y lo primero que dije fue: ‘hola, mami, ¿y usted qué hace llamando tan temprano?’. Fue cuando escuché la voz de él y me dio la noticia. Yo, al reaccionar, le pregunté qué había pasado y él me dijo que había llegado el día anterior a las 5 de la tarde y que la había encontrado acostada, suponiendo que estaba durmiendo. Luego, él se fue a la sala a ver televisión, se quedó dormido y no tuvo comunicación con ella. Al otro día, cuando se levantó, la vio en la cama. Cuando se le acercó, se dio cuenta de que supuestamente ya estaba muerta”, relató la tía entre sollozos.
Q’HUBO conoció que la pareja de Cindy les dijo a las autoridades que había discutido con ella, y que cuando esto sucedía, no se hablaban. Supuestamente, por eso, al llegar a la vivienda, no se acercó a ella y no le resultó extraño que no le hablara.
“Uno no cree que llegó a las 5 de la tarde y no fuera capaz de, al menos, decirle alguna palabra. Más de 12 horas estando con una persona sin decirle nada. En la funeraria me dijeron que no se podía ver el cadáver, porque estaba bastante descompuesto. La metieron en una bolsa especial; no se podía abrir el cajón ni nada. Yo hablé con ella el lunes, estaba bien, nos reímos y estaba feliz. Él ha entregado varias versiones: en una dijo que ella se había tomado un pote de tinte para el cabello, luego que se tomó varias pastas de un antidepresivo; también dijo que no fue durante el fin de semana, y no el lunes sino hasta el martes cuando la encontró muerta”, contó la doliente.
Por el momento, los seres queridos de Cindy piden a las autoridades que se agilice la investigación para esclarecer qué fue lo que realmente sucedió y, si es el caso, que su muerte no quede impune.
“Ella era una mujer estudiada, trabajó en un colegio en Villavicencio, fue docente y coordinadora. La infancia de ella fue terrible, pero hice todo lo posible por hacerla feliz. La amaban muchas personas, estaba pendiente de todos y era muy buena persona. Hoy la enterraremos en el cementerio Los Olivos de Villavicencio”, puntualizó ayer la tía.
