El pasado 29 de diciembre, la comunidad de Aguachica, Cesar, fue sacudida por un evento trágico que inicialmente fue confundido con celebraciones anticipadas de fin de año debido a varias detonaciones.
Sin embargo, la realidad era mucho más sombría: se trataba de la masacre número 76 del año en Colombia, que cobró la vida de la familia Lora Rincón, compuesta por pastores cristianos.
Marlon Lora, su esposa Yurlay Rincón y su hija Ángela Natalia murieron instantáneamente a causa de disparos en la cabeza y el tórax. Santiago, el hijo menor, falleció dos días después debido a las heridas sufridas. Durante el levantamiento de los cuerpos, las autoridades llevaron a cabo varias investigaciones.
Según información publicada por El Tiempo, una prestamista local fue citada a declarar en la estación de Policía. Aunque su declaración se mantiene en reserva, la investigación reveló que podría haber sido confundida por el sicario debido a su vestimenta similar a la de Ángela Lora el día de los hechos.
Sobre las extorsiones
Lo nuevo del caso es que, según el citado diario, se logró establecer que las llamadas salían de una sim-card que hace parte de un lote usado por delincuentes que se encuentran en la cárcel de Cómbita.
Adicionalmente, no se descarta la posibilidad de que la familia haya sido víctima de extorsiones, incluyendo llamadas desde una cárcel y seguimientos a su labor con la iglesia Príncipe de Paz, parte del Concilio Iglesias Bíblicas Misioneras, de acuerdo con el impreso.
Lo nuevo del caso es que, según el citado diario, se logró establecer que las llamadas salían de una sim-card que hace parte de un lote usado por delincuentes que se encuentran en la cárcel de Cómbita, en el departamento de Boyacá, una de los penales de máxima seguridad del país.
El hombre que la llamaba tenía datos de la hija del pastor y su emprendimiento en publicidad. También, sobre su trabajo con la empresa de acueducto local.
Aunque la joven no hizo la denuncia sobre amenazas, se busca establecer si en los celulares de sus padres o hermano hay alguna información relacionada con estos delincuentes de Cómbita, Boyacá, de acuerdo con el periódico.
Además, según las investigaciones, dichas amenazas comenzaron en agosto y se intensificaron en noviembre, generando en la joven un creciente temor por su seguridad.
Entre los avances del caso, se ha logrado localizar las dos motocicletas utilizadas en la masacre y se han identificado huellas dactilares de uno de los implicados, junto con sus alias. El incidente también está relacionado con la muerte de Alexánder Gonsález (sic) Pérez, pareja de la prestamista Zaida Andrea Sánchez Polanco, quien fue encontrado muerto dos días antes de la masacre, según el rotativo.