Con el ajuste del salario mínimo y también con el dato de inflación todos los productos incrementan sus precios y por supuesto el tradicional “corrientazo” al que tienen que recurrir miles de trabajadores en el país también subirá de precio.
El tradicional “corrientazo” es un almuerzo que incluye sopa, principio, carne, ensalada, papa y jugo, ya registró un aumento de precio en muchas regiones del país.
En algunos restaurantes, el valor pasó de $ 12.000 a $ 14.000, mientras que otros ofrecen el almuerzo ejecutivo entre $ 17.000 y $ 20.000. Este incremento afecta a miles de personas que dependen de esta opción económica para su alimentación diaria.
En Bucaramanga, por ejemplo se consiguen almuerzos corrientes desde 14 mil pesos, y hasta más económicos, si de pronto decide almorzar en una plaza de mercado, y hasta 20 mil pesos el llamado ejecutivo, pero todo depende de la proteína que decida elegir.
Elibardo Parada, propietario de un restaurante en Bogotá, explicó que el aumento responde al incremento de costos en los insumos. “La carne, el pollo y las verduras están bastante costosas y la papa siempre ha tenido un precio elevado”.
Por su parte, Cristian Castellanos, también restaurantero, destacó que los precios también reflejan ajustes salariales y costos operativos.
La Asociación Colombiana de Gastronomía (Acoga), que agrupa a restaurantes de alta categoría, también anunció un posible aumento del 10 % en los precios de sus platos a la carta.
“El crecimiento constante de los costos operacionales obliga al sector a incrementar sus precios. Sin embargo, estamos evaluando si postergar esta medida”, indicó Oriana Díaz Alvarado, directora ejecutiva de Acoga.
Para las personas que consumen el corrientazo diariamente, este ajuste representa un gasto adicional de al menos $ 40.000 al mes. Este panorama refleja el impacto del encarecimiento de alimentos y servicios en el poder adquisitivo de los colombianos, quienes enfrentan el desafío de ajustar su economía a las nulas empanadas, su precio ronda entre $ 2.500 y $ 3.500.
El panorama económico del sector gastronómico sigue en evolución, y los consumidores deberán prepararse para posibles incrementos adicionales en los productos de consumo diario.
Este incremento no se limita al corrientazo. Productos de consumo diario, como el pan y las empanadas, también podrían encarecerse.
Actualmente, el precio promedio del pan está entre $400 y $500 por unidad, pero podría subir dependiendo del alza en insumos como el azúcar y las margarinas.
En cuanto a las empanadas, su precio ronda entre $2.500 y $3.500, mientras que las arepas de huevo y los pasteles de yuca tienen un costo similar, pero podrían experimentar incrementos en los próximos días.