Este hecho se convirtió en la única muerte violenta registrada en el primer día del año en la localidad de Usme, y tiene consternados a los vecinos de este sector. El hecho fatal ocurrió a la 1:00 a.m., cerca de la última calle de este barrio que colinda con las montañas, en la carrera 7F Este con calle 91 Sur, mientras el ruido de la pólvora, las celebraciones y la algarabía predominaban en ese popular sector del sur de Bogotá.
Antonio, de 30 años, según se pudo conocer, se encontraba dentro de su vivienda junto a su pareja sentimental cuando decidió salir a comprar algo en una tienda cercana, como le manifestó a su mujer.
Aparentemente fueron pocos los metros que alcanzó a recorrer la víctima por las empinadas calles de este sector cuando fue atacado en medio de estas oscuras vías. Antonio se vio envuelto en una presunta riña, un hecho que, debido a la falta de cámaras de seguridad en la zona, no se ha podido esclarecer del todo, como se supo de manera extraoficial.
Tras el ataque, Rodríguez, con las fuerzas que aún le quedaban y aferrándose a la vida, llegó caminando y arrastrando sus pies hasta la puerta de su hogar. Allí, al ver a su pareja, alcanzó a decirle que lo habían apuñalado en el cuello a pocas cuadras de ese lugar, siendo esta la única pista que se tiene de este crimen.
Tan solo unos minutos después de que Antonio se desplomara en la entrada de su humilde casa, fue trasladado al Hospital de Meissen. Pese a todos los esfuerzos de los médicos por salvarle la vida, Rodríguez falleció luego de varios minutos. Hasta el momento, no hay certeza sobre quiénes fueron los agresores de este hombre, de quien se supo que no tenía antecedentes judiciales ni problemas personales en el barrio donde le arrebataron la vida de una manera tan infame. El silencio por la pérdida de este vecino reina en la comunidad, mientras persisten las preguntas por este misterioso y extraño crimen.
