A las 8:00 p.m. del viernes, varios disparos rompieron la frágil calma que viven cada noche los residentes del barrio Compostela, ubicado en una de las montañas más empinadas y problemáticas de la localidad de Usme, en Bogotá. Estos disparos alertaron a los habitantes de esta zona del sur de la capital sobre la tragedia que se cernía sobre la cuadra de la calle 81C sur con carrera 5 este, tras el asesinato de un joven que trabajaba por el sector.
Como Jhon Stewart Ibargüen Mosquera, de 28 años, fue identificado el ahora occiso. El hecho violento ocurrió a pocos metros del que fue su lugar de residencia durante cinco años. Ibargüen fue atacado a tiros mientras se encontraba dentro de la barbería donde laboraba, justo cuando estaba a punto de culminar su jornada del día.
Un residente del sector relató a Q’HUBO: “Yo escuché como tres disparos, pero no salí porque este barrio se ha vuelto muy peligroso. Solo esta semana robaron dos tiendas cerca de donde mataron al muchacho. Cuando me asomé, después de un buen rato, vi a varias personas amontonadas en la barbería y supe que los disparos provenían de allí. La verdad, nadie ha contado detalles de eso por acá, porque como puede ver casi nadie habla por temor a represalias en su contra”.
En medio de la oscura y empinadísima calle que conduce a la parte alta del barrio, la noche sirvió de cómplice para dos sujetos que llegaron al local donde Jhon se encontraba junto con otra persona. Los dos asesinos dispararon en dos oportunidades, dejando a Jhon malherido dentro del local en el que había trabajado durante cuatro años, según relataron en la zona.
“Dicen que los tipos iban a pie y que, supuestamente, eran de piel negra. Se nota que lo tenían premeditado, porque cuentan que a ese muchacho ya lo habían amenazado. Al parecer, cuando tomaba él se volvía cansón y ya había molestado a más de uno por estos lados. Por eso, esos asesinos actuaron al ver que ‘les dio papaya’. Según lo que cuentan, después de matarlo, los malandros simplemente se fueron caminando hacia la parte alta del barrio, como si nada hubiera pasado”, comentó una fuente anónima.
Tras el ataque, Jhon fue trasladado al Cami de Santa Librada, situado a tan solo cinco minutos del lugar de los hechos. Sin embargo, debido a la gravedad de las heridas, este joven, que según se comenta vivía en la parte alta del barrio, justo en una invasión, sucumbió a los brazos de la muerte producto de los dos disparos que recibió.
Denuncias de la comunidad
“Este barrio se ha vuelto demasiado pesado y por estos lados la Policía no se ve mucho que uno diga, ojalá nos prestaran más acompañamiento, porque la verdad los robos son constantes en este barrio: a la gente y a los comercios. Uno ya no puede vivir tranquilo, ni siquiera salir a la cuadra”, relataron varios residentes de la zona.