En curso está la investigación que adelanta la Fiscalía para esclarecer la extraña muerte de cinco hermanitos, quienes pertenecían a una comunidad indígena en el departamento de Cesar. Las víctimas tenían 15, 13, 11, 7 y 3 años, según informaron las autoridades.
Este lamentable hecho ocurrió el pasado 24 de marzo en el asentamiento Kchusweye, en la vereda El Limón, en el municipio de Codazzi. Tres días después de este caso, se conocen más detalles que permiten a las autoridades tomar como principal hipótesis un asesinato masivo.
La Fiscalía, a través de un comunicado, señaló que en el momento de los hechos los menores de edad se encontraban presuntamente sin supervisión de un adulto, estaban al cuidado de la adolescente de 15 años, quien suplía las labores de la progenitora. Así mismo, indicó que la aterradora escena fue descubierta por el padre de los niños.
“Se ha conocido que el padre de los niños regresó a su lugar de residencia, luego de asistir a un culto religioso, y encontró a tres de los menores de edad muertos y a otros dos inconscientes. Los niños en estado de somnolencia fueron trasladados a un centro asistencial de Codazzi, luego en una clínica fallecieron”, detalló el ente acusador.
Adicional a esto, en medio del levantamiento de los cuerpos, diligencia que fue realizada por representantes de la etnia Yukpa, de acuerdo con sus protocolos, usos, costumbres y tradiciones, se evidenció que la niña de 15 años presentaba un golpe en la cabeza y sus prendas de vestir estaban rasgadas, por lo cual se presume un posible intento de abuso sexual. Sin embargo, esta hipótesis no ha sido confirmada a ciencia exacta por la Fiscalía.
“Ante la gravedad de lo sucedido, los padres de los niños solicitaron la cooperación y apoyo del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, y autorizaron la práctica de las necropsias y otros estudios médicos complementarios”, aseguró la Fiscalía.
En un comunicado, los gobernadores indígenas pidieron a la Fiscalía General de la Nación, la Defensoría del Pueblo, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ICBF, la Corte Interamericana de Derechos Humanos y otras entidades del orden nacional asumir los asuntos que por competencia les corresponde para esclarecer la muerte de los cinco menores de edad y brindar la asistencia necesaria en este caso.
No fue un accidente
Eduard Álvarez, defensor del Pueblo indígena, Yukpa, aseguró que este trágico hecho no se debe a un accidente, como se informó en primera instancia.
“Estamos analizando todos los detalles y creemos que algo le hicieron a estos niños y muestra de ello es que Cristina, la menor de 15 años, fallecida, apareció con una herida en la cabeza y sus vestimentas estaban rasgadas. No es cierto que los niños comieron un corozo, ellos son cazadores y conocen muy bien la tierra y las plantas que deben comer o no. Alguien le dio algo para envenenarlos”, recalcó.
Álvarez hizo una importante petición: “queremos que no exista impunidad porque en 2018 hubo un hecho similar donde dos niños, de esta misma tribu indígena, fueron envenenados con glifosato y murieron. Lo hizo el trabajador de una finca. Investigan las similitudes en los dos hechos para ver si tienen relación o no”.
El pueblo indígena Yukpa, ubicado en la Serranía del Perijá, es uno de los últimos pueblos nómadas, seminómadas y agricultores itinerantes. También ha sido declarado en riesgo de exterminio físico y cultural por la Corte Constitucional mediante el Auto 004 de 2009 y ratificado en el Auto 266 de 2015.
