Como Omar Ariza Arbornoz, de 19 años, y Lorenzo David Pacheco Góngora, de 20, fueron identificado los jóvenes asesinados a balazos en la trocha de la vereda Ojo de Agua, jurisdicción de Gaira, en el sur de Santa Marta.
Omar, quien se dedicaba a hacer domicilios en su moto para sostener a su familia, y Lorenzo, mecánico de vehículos en su barrio, estaban desaparecidos desde la noche del pasado jueves, 14 de marzo, y sus familiares los buscaron incansablemente.
Sólo horas después fue que las autoridades se comunicaron con ellos para informarles que los jóvenes habían aparecido sin vida en una solitaria trocha conocida como La Escondida. Un morador vio los cuerpos y llamó a los patrulleros.
Medios de Santa Marta relataron que ese jueves, a eso de las 2 de la tarde, los dos muchachos salieron de sus casas para hacer una diligencia. Al parecer, eran amigos desde hace mucho tiempo y salían con frecuencia juntos.
La Policía Metropolitana de Santa Marta investiga todos los móviles, uno de ellos es que Lorenzo habría sido citado para entregar un celular en una zona un poco alejada del perímetro urbano de la ciudad, por lo que decidió buscar compañía y le dijo a Omar que fuera con él.
Una vez en el sitio, los dos jóvenes, al parecer, fueron conducidos hasta un inmueble y allí se habría desencadenado su homicidio. Los peritos judiciales también han podido establecer que Lorenzo tenía problemas personales por presuntas deudas económicas.
“Esperamos entregar resultados en las próximas semanas, estamos llevando a cabo las pesquisas para conocer quiénes están detrás de este hecho de sangre”, manifestaron las fuentes judiciales.
Los forenses informaron que, por la rigidez que presentaban los cuerpos al momento del levantamiento, y el análisis de la escena del crimen, determinaron que los jóvenes fueron asesinados en otro lugar y sus cuerpos arrojados allí.