Pese a estar recluido en una cárcel de máxima seguridad, José Manuel Vera, conocido con el alias de Satanás, sigue sembrando el terror. En las últimas horas este sujeto arremetió contra la directora de la cárcel La Tramacúa.
A través de una carta hecha con su puño y letra, alias Satanás mediante intimidaciones exige ser trasladado de prisión en menos de 24 horas.
“Yo le solicito mi traslado en menos de 24 horas; de no ser así, yo, Satanás, me voy a sentir en la obligación de empezar a matar a los señores de la guardia Inpec”, se lee en la carta.
Y agrega: “espero mi pronto traslado o mi estadía en un patio decente, gracias. La felicidad y tranquilidad no tienen precio. Att, Satanás”.
Esta carta ya está en poder de la Fiscalía, entidad que abrió una nueva línea de investigación en contra de este sujeto, quien se encuentra en la cárcel La Tramacúa, en Valledupar, desde el mes de enero de 2024.
Al parecer, alias Satanás estaría burlando los controles de seguridad de la mencionada prisión a través de soborno. Según reveló Noticias Caracol, este sujeto estaría pagando 500 mil pesos por cada vez que le permitan hacer llamadas y hasta siete millones de pesos por tener acceso a un celular.
“Que el PPL (Persona privada de la libertad) Vera Sulbarán José, alias Satanás estaba alquilando un celular y que por noche pagaba la suma de quinientos mil pesos $500.000. Que el PPL XXXXXXX tenía un celular y para el día lunes 22-01-2024 y martes 23-01-2024 le alquilaron el celular al PPL alias Satanás. El PPL XXXXXX le entrega el celular al Dragoneante XXXXXX para que este se lo entregara a alias Satanás. Tengo conocimiento de esa alquilada porque yo escuché el día qué estaban cuadrando esa vuelta”, denunció un testigo ante la Fiscalía.
Cabe recordar que en enero, circularon una serie de audios en donde se escucha a alias Satanás amenazar de muerte a los comerciantes y uniformados de la Policía de la capital colombiana.
Tras la captura de alias Satanás las amenazas se incrementaron y sus cómplices advirtieron a las víctimas de extorsión que debían pagar y que seguirían delinquiendo, pese a que su macabro jefe está tras las rejas.
