El expolicía reveló detalles sobre el intento de atraco que resultó en la muerte de dos ladrones en el sur de Bogotá..
El incidente tuvo lugar al mediodía del martes pasado en el barrio Santander, conocido por sus asados, cuando el expolicía y dos amigos estaban a punto de almorzar.
Un delincuente irrumpió en el lugar, sacó un arma de fuego y gritó amenazante: «¡Quietos, pirobos!».
El expolicía describió cómo reaccionó para protegerse a sí mismo y a sus compañeros. Narró la tensa situación en la que se vieron involucrados cuando el delincuente los apuntó directamente con su arma.
«Cuando entró, lo vi, pero no sospeché de sus intenciones. Fue cuando volví a mirarlo que sacó su arma y nos amenazó. Nos dijo que nos quedáramos quietos», relató el policía retirado a Semana.
Durante un forcejeo para desarmar al delincuente, este lo derribó al suelo y disparó varias veces, aunque por suerte ninguno de los disparos le alcanzó.
«Mientras intentaba quitarle el arma, él disparó. Dada su complexión robusta y experiencia delictiva, logró derribarme. Fue entonces cuando comenzó a disparar», explicó sobre el intento de atraco.
Gracias a su entrenamiento policial, el uniformado logró sacar su propia arma y repeler el ataque justo a tiempo. La situación de peligro no solo ponía en riesgo su vida, sino también la de otras personas en el establecimiento.
«Reaccioné gracias a mi experiencia en la policía. Él seguía disparando mientras intentaba huir», afirmó el uniformado.
Las imágenes de seguridad muestran al delincuente huyendo del lugar mientras dispara repetidamente y ordena a su cómplice que le dispare al exoficial. El expolicía, viendo su vida en peligro, disparó en defensa propia.
Después del enfrentamiento, regresó al establecimiento, recuperó sus pertenencias y pidió a los presentes que llamaran a la policía. Posteriormente, se entregó voluntariamente y presentó su arma con el permiso correspondiente.
El incidente está bajo investigación y se argumentará legítima defensa en la defensa del exoficial.