En un centro asistencial permanece la monja que en días pasados fue torturada y abusada en medio de un atraco en zona rural de la ciudad de Medellín.
Los hechos se registraron en la noche del lunes, 22 de enero, en el corregimiento de San Cristóbal, a pocos metros de donde está ubicado el monasterio Santa Teresita, donde residía la religiosa de 31 años.
La tradición de las monjas de este convento es tener su último alimento del día pasadas las 6:00 p. m., para proceder a rezar y a cumplir con otras tradiciones religiosas antes de dormir. Sin embargo, una de ellas no estaba en la mesa
Ante esta ausencia, algunas monjas se dispusieron a salir a buscar a la hermana, pero cuando se acercaban a una quebrada que esta en la zona, empezaron a encontrar prendas esparcidas por todo el trayecto hasta llegar al afluente.
La monja fue encontrada inconsciente, encadenada en su cuello y en sus manos, con múltiples golpes y signos de tortura. Además, reportaron que en el lugar se sentía un fuerte olor a alcohol, como si hubiera estado implicado en los hechos una persona que estuviera consumiendo altas cantidades de alguna bebida embriagante y que habría dejado esparcido parte de este líquido.
Por su parte, el comandante de la Policía Metropolitana, general Óscar Lamprea, relató que cuando llegaron a la zona no solo se encontraron con que esta monja había sido violentada, sino que también le hurtaron dos tarjetas débito que eran parte de la comunidad religiosa y que se utilizaban para las compras que realizaban en el exterior.
Posteriormente, la trasladaron al Hospital Pablo Tobón Uribe, de Medellín, donde la internaron en la Unidad de Cuidados Intensivos por las graves lesiones sufridas. Le realizaron los análisis respectivos, tanto para establecer si le suministraron alguna sustancia para reducir su voluntad como para determinar si se había materializado algún abuso sexual, ya que en el recorrido encontraron la ropa interior que usaba.
Trascendió que después de las evaluaciones realizadas en el centro asistencial encontraron que sí se produjo un hecho de violencia sexual en contra de la religiosa por parte de su victimario, quien accedió a este monasterio y escapó del mismo por la zona boscosa, antes de que lo encontrara alguna de las monjas o las propias autoridades.
La situación sorprendió a la comunidad religiosa del sector, teniendo en cuenta las rigurosas medidas de ingreso que se tienen a este lugar. De hecho, según la información judicial, las únicas personas que habían entrado en los días recientes fueron un grupo de trabajadores que se encontraban ejecutando obras de remodelación en este predio.
Desde el primer momento, personal de la Policía Metropolitana y otros organismos judiciales iniciaron las investigaciones dentro de este monasterio para establecer cómo el victimario ingresó y poder identificarlo plenamente para responder por los hechos de maltrato contra esta religiosa, de unos 30 años, según los informes judiciales.
“Activamos toda la Policía Judicial para la investigación de este hecho y establecer quien fue el responsable o los responsables de este hecho. En coordinación con la Alcaldía de Medellín activamos la ruta de atención fucsia para que sea atendida esta religiosa con todo lo que este caso amerita”, manifestó el general Lamprea.
Tanto desde la Alcaldía de Medellín como desde la Policía Metropolitana se encuentran analizando los pormenores del caso para establecer si ofrecen una recompensa o no por el responsable de este hecho de violencia sexual contra esta religiosa.