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Sicarios acabaron con la vida de un hombre en un puesto de verduras en Cúcuta

Jairo Sánchez Jaimes se convirtió en la más reciente víctima de la creciente ola de violencia que afecta a la ciudad de Cúcuta. El hombre de 44 años fue asesinado por un sicario en la ciudadela Juan Atalaya, y actualmente, las autoridades se encuentran en la búsqueda del responsable.

En Claret, un barrio de la ciudadela Juan Atalaya, la muerte anda tranquilamente haciendo de las suyas, dejando dolor e incertidumbre a su paso.

Ayer, en la tarde, se cometió otro asesinato. Ya van tres homicidios en el último mes en ese sector de Cúcuta.

Y a pesar de estos hechos de violencia, en ese barrio no hay un plan de seguridad para frenar la racha de homicidios, por eso muchos de los habitantes sienten pánico y piden a gritos que el alcalde Jorge Acevedo aplique la mano dura que viene diciendo contra el microtráfico y la criminalidad.

El lamentable hecho

La tarde de ayer, mientras varias personas recogían los puestos de venta de verduras, frutas y demás alimentos que cada jueves están en ese popular sector de Atalaya, se escucharon varias detonaciones de los disparos que iban contra Jairo Sánchez Jaimes.

Según testigos, la víctima, de 44 años, llevaba 15 minutos de haber llegado a ese lugar, cuando un pistolero, que iba en moto, se le acercó y la mató.

El asesino una vez cumplió con su misión, aceleró y como siempre sucede, se escapó bajo la mirada inerte de las personas que se encontraban en ese lugar.

Minutos después, varias patrulla de la Policía Metropolitana de Cúcuta llegaron al sitio y lo acordonaron, a la espera de la Brigada Interinstitucional de Homicidios, Brinho, para que se encargara de la inspección técnica.

Según se conoció, los investigadores judiciales revisaron minuciosamente el sitio y confirmaron que las cámaras de seguridad que están ubicadas a pocos metros del lugar de los hechos no funcionan desde hace varios meses.

Cuando los peritos forenses se encargaban de la diligencia judicial, una hermana de la víctima llegó y habló con las autoridades.

Mi hermano vivía en El Zulia. Según me contaron, él dijo en la casa que iba a acompañar a su hija hasta la sede de la Registraduría de Atalaya a que ella sacara la cédula”, comentó la mujer, en medio de las lágrimas.

Trabajaba en El Zulia

Con las manos temblorosas, llorando y la voz entrecortada, la mujer también sostuvo que su hermano llevaba varios años trabajando como mesero en un restaurante, ubicado en el sector Las Piedras, en la vía que de El Zulia conduce al corregimiento Cornejo (San Cayetano).

Él no se metía con nadie y vivía en la casa de mi mamá. Solo tenía una hija que fue a la que dijo que iba a acompañar a sacar la cédula”, dijo la mujer.

Con información de La Opinión.

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