En el barrio Santo Domingo de Guzmán, en el suroccidente de Barranquilla, no salen del asombro por lo que sucedió en la noche del domingo en ese sector: Luis Carlos Feifo Garzón y su hijo, de 5 años, Keiler Luis Feifo Nuñez, fueron asesinados en un ataque sicarial.
Varias personas presenciaron ese vil doble homicidio y le relataron a las autoridades cómo un sujeto armados arremetió contra las víctimas y las dejó tendidas en el lugar.
La información preliminar precisa que Luis Carlos tenía en sus brazos a su hijo cuando una moto con dos hombres se acercó a él. El que iba de parrillero accionó su arma de fuego dispuesto a cumplir lo encomendado, no le importó que un menor estuviera en escena y disparó a quemarropa.
Las balas no solo se alojaron en el cuerpo del hombre, de 33 años, sino también en el pequeño que quedó desprotegido cuando los asesinos a sueldo aparecieron.
Padre e hijo fueron auxiliados y llevaron a un centro asistencial, pero las graves heridas que recibieron acabaron con sus vidas a los segundos. Los médicos no pudieron hacer algo para evitarles la muerte.
Víctima de sicariato tenía anotaciones
El doble crimen fue atendido por la Policía de Barranquilla, que llegó al lugar y con la ayuda de la comunidad inició el esclarecimiento de los hechos. Lo único claro hasta ahora es que del pistolero y su cómplice no hay información, huyeron rápidamente y no dejaron rastro.
Los investigadores tratan de identificar ahora los móviles del ataque. Inicialmente, determinarán si el pasado judicial del “objetivo” de los sicarios tuvo que ver con su muerte.
Al parecer, Feifo Garzón era conocido con el alias de ‘Jopo Gordo’ y supuestamente era el encargado de la compra y venta de estupefacientes en el sector donde recibió las balas. El hombre tenía anotaciones judiciales por violencia intrafamiliar, fraude a resolución judicial, tráfico de estupefacientes y receptación.