El arquitecto Daniel Andrés García Arizabaleta, quien es el testigo clave contra Óscar Iván Zuluaga en el caso Odebrecht por el que el excandidato a la Presidencia fue imputado el lunes, recibió 14 cheques de la constructora brasileña a cambio de hacer lobby para esa firma ante los estamentos del Estado colombiano.
La revelación de la existencia de esos papeles, que juntos suman 193 millones de pesos y que fueron girados en un lapso de cuatro años –entre 2009 y 2013– hace parte de las pruebas que presentó el empresario Eduardo José Zambrano Caicedo contra el arquitecto en su declaración juramentada ante la Fiscalía.
Zambrano Caicedo era el representante de la firma Consultores Unidos y él compareció ante el ente acusador en mayo de 2019 por ese caso. Los detalles de su confesión ante la Fiscalía delegada del grupo de tareas especiales para el caso Odebrecht toman relevancia justo cuando el excandidato Zuluaga acaba de ser imputado por ese caso.
Zuluaga lo señalaron por los delitos de fraude procesal, falsedad en documento privado y enriquecimiento ilícito de particular después de que García Arizabaleta, quien también habría recibido plata de Odebrecht, entregara material a la Fiscalía que vincula al político con la plata ilegal de la multinacional durante las elecciones de 2014.
Y si bien el expediente de Zuluaga avanza en los estamentos judiciales, este no sería el único implicado pues el testimonio del empresario Zambrano Caicedo es pieza clave para develar los réditos que el arquitecto también consiguió de la gigante radicada en Brasil.
El testimonio contra García A.
Zambrano Caicedo sostuvo que García Arizabaleta “desempeñaba una asesoría para la firma Odebrecht en Colombia, entendiéndose que esta asesoría era para un tema de lobbie ante los estamentos del Estado”.
Esas palabras están en un folio de 31 páginas que está en poder de la Fiscalía en el que él detalla con minucia cómo a los bolsillos del arquitecto llegaron dineros de la constructora brasileña, a través de su firma de la que él era CEO: Consultores Unidos.
Zambrano Caicedo y García Arizabaleta se conocieron en 2007 cuando este último era director del Invías. Tiempo después se unieron para presentar un proyecto a Odebrecht para la construcción del Ferrocarril del Carare, obra que estaba pensada para la extracción de carbón en el Altiplano Cundiboyacense.
El empresario terminó siendo una de las piezas del rompecabezas del caso de los dineros ilícitos de la constructora en los bolsillos de políticos colombianos, por lo que fue llamado a declarar ante el ente acusador. En su testimonio aseguró que a través de su compañía, Consultores Unidas, se le pagaron dineros a García Arizabaleta que venían de Odebrecht.
Dice el testigo que esas transacciones fueron coordinadas directamente por Eleuberto Martorelli, el exdirectivo de la constructora para Colombia y quien posteriormente integró la Junta Directiva de la concesión Ruta del Sol, una de las obras enlodadas por los tentáculos de la corrupción de esa organización.
La conexión de la plata que llegó desde la firma brasileña a García Arizabaleta fue así: Odebrecht le consignaba el dinero a Consultores Unidos y esa firma servía de intermediaria con el empresario.
Los movimientos quedaron registrados en la contabilidad de la consultora, en doce cheques enviados a través del Banco Av Villas al hoy sindicado y en otros dos que fueron diligenciados a través del Banco Caja Social para un total de catorce títulos.
Las palabras que declaró el testigo ante la Fiscalía fueron claras: “Descontando los impuestos, la suma neta entregada a Daniel García Arizabaleta es de 193 millones de pesos”.
Esa plata habría sido entregada al exfuncionario de forma personal en la oficina de Consultores Unidos, un lugar que él frecuentaba cada que iba a recibir una de las transacciones de la compañía que protagonizó el caso Lava Jato en Colombia y en otros países de Latinoamérica, como Brasil, México y Perú.
El relato de Zambrano Caicedo detalla que Martorelli, de Odebrecht, le decía que García Arizabaleta “era una persona muy valiosa y de confianza para el desarrollo de Odebrecht en Colombia”.
Los cheques registrados fueron enviados entre 2009 y 2013 y, según ese testimonio, después de esa fecha todas las transacciones se finiquitaron directamente entre el señalado por sobornos, quien ahora reside en Estados Unidos, y la empresa. En ese momento habría desaparecido el rastro de Consultores Unidos en el entramado de corrupción.
La plata que le llegó al arquitecto
El primero de esos doce cheques del Banco Av Villas tiene fecha del 30 de junio de 2009 y fue girado por un monto de 11 millones 134 mil pesos. Después, el día 15 de septiembre de ese mismo año, le llegó otro por 22 millones 268 mil pesos. Exactamente tres días después, el 18 de septiembre, consiguió otro más por 11 millones 134 mil pesos (ver facsímiles).
Las demás transacciones se registran a partir del 16 de febrero de 2010, cuando a sus bolsillos llegó la prominente suma de 44 millones 537 mil pesos. Para dimensionar esa cifra, un trabajador colombiano que se gane un salario mínimo mensual debe trabajar durante tres años y tres meses para percibir ingresos de ese nivel.
El presunto lobby que se disfrazaba bajo el concepto de asesoría le representó otros dos cheques para ese año por 11 millones 134 mil pesos y 22 millones 268 mil pesos, documentos que tienen fecha del 10 y del 27 de mayo, respectivamente.
Eduardo José Zambrano Caicedo sostuvo ante la Fiscalía que “los dineros que giraba Odebrecht a Consultores Unidos, en este caso para Daniel García Arizabaleta, eran de giro normal del negocio de Odebrecht para Colombia, no venían de operaciones estructuradas”.
Los otros seis cheques que tienen el sello del Banco Av Villas llegaron entre febrero y diciembre de 2013 y tienen los siguientes montos: un giro de 34 millones 100 mil pesos, otros tres por 25 millones 300 mil pesos cada uno y dos más de 12 millones 650 mil pesos cada uno.
Los dos montos restantes que fueron girados a través del Banco Caja Social fueron firmados por 22 millones 268 mil pesos y 16 millones 500 mil pesos, pero en los folios de la Fiscalía no se detalla cuál es la fecha de esas transacciones que, en todo caso, entran a engrosar el monto que consiguió el arquitecto trabajando como asesor de Odebrecht.
El Colombiano intentó contactarse con García Arizabaleta para conocer su versión sobre la procedencia de ese dinero, así cómo le consultó en otras cuatro ocasiones para la elaboración de los contenidos periodísticos sobre el principio de oportunidad que tiene con la Fiscalía, pero al cierre de esta edición, el diario no recibió respuesta del arquitecto.
El intermediario de Odebrecht
El arquitecto García Arizabaleta hizo su carrera entre la construcción y la política y llegó a la cúspide de ese sector como director del Invías, la entidad del Estado encargada de contratar, nada más y nada menos, las obras de infraestructura del país.
Sin embargo, salió de esa entidad por la puerta de atrás tras una decisión de la Procuraduría de destituirlo e inhabilitarlo por 15 años. La determinación fue proferida en 2009 cuando el Ministerio Público determinó que el exfuncionario incurrió en seis comportamientos indebidos durante su gestión en Coldeportes, otra entidad del Estado que dirigió entre diciembre de 2003 y agosto de 2006, en pleno gobierno de Álvaro Uribe Vélez.
Desde el sector público saltó a trabajar como asesor de Odebrecht, en el rol de lobista del que le señala el exrepresentante legal de Consultores Unidos en su testimonio documentado por la Fiscalía.
De acuerdo con el periodista Daniel Coronel, García Arizabaleta habría visitado 44 veces la Casa de Nariño justo cuando se estaban negociando los pliegos para la construcción de la Ruta del Sol II, obra que quedó bajo la batuta de Odebrecht y que fue la pieza de la torre de naipes que dejó en evidencia los ilícitos de la constructora en Colombia. Con las demoras en esa megaobra quedó al descubierto que se habían registrado irregularidades en el proceso.
El arquitecto era señalado por los delitos de enriquecimiento ilícito y falsedad en documento privado. No obstante, esa última acusación prescribió el pasado 4 de julio, con lo que solo le quedó abierto el proceso por el presunto enriquecimiento ilícito.
No obstante, el exfuncionario suscribió un principio de oportunidad con la Fiscalía que fue firmado el 12 de mayo de este año en el que se comprometió a aportar información sobre los indiciados Óscar Iván y David Zuluaga a cambio de beneficios en su proceso judicial.
De ahí que García Arizabaleta rindió testimonio ante la Fiscalía desde febrero de este año, en una diligencia a la que asistió desde el Consulado de Colombia en Miami.
En ese documento se lee que “Óscar Iván Zuluaga buscó a Daniel García Arizabaleta con el propósito de utilizar su intermediación con Odebrecht para solicitar que la empresa asumiera el pago de la deuda que la campaña había contraído con el publicista Duda Mendonça”.
De cuenta de ese principio de oportunidad se prendió el ventilador por la presunta relación de Zuluaga con Odebrecht, pero también se abrió la puerta a que García Arizabaleta –quien también habría recibido plata de la firma– salga impune en los procesos.