Los gritos de una madre arrodillada en la carretera sobre la vía Castilla, entre Coyaima y Natagaima, quien sostenía en brazos el cuerpo de su hijo, conmovió a la comunidad de la vereda San Miguel y a conductores que la noche del viernes transitaban por esta importante carretera que comunica al Tolima y Huila.
La mujer, en medio de su dolor, se negaba a soltar a su niño y a permitir que le pusieran una sábana encima y a que las autoridades efectuaran el levantamiento.
La víctima del siniestro vial fue el niño indígena Juan David Conde, que encontró la muerte cuando esperaba a una familiar que llegaba de Bogotá.
Al parecer, el conductor de un camión no vio al pequeño y lo arrolló quitándole la vida de manera instantánea.
Flamino Coyaisa Quiñones, fiscal y líder de la Junta de Acción Comunal en Coyaima, alzó la voz ante el lamentable hecho y expresó que la comunidad lleva mucho tiempo solicitando a Invías, a la Alcaldía y a la Gobernación que instalen alumbrado público en la zona, ya que la vía es totalmente oscura y el exceso de velocidad de los conductores ha dejado muchos muertos.
“Las personas más afectadas son los habitantes de San Miguel, unas mil 200. Como es una recta, los conductores pasan a más de 160 kilómetros por hora. Pedimos de corazón que nos presten atención. No queremos más muertos porque ya han sido bastantes”, expresó el líder.