Este fue un acto cruel y con sevicia porque Everth no estaba armado y dos tipos lo agredieron. La gente vio y nadie lo ayudó”.
Con dolor, la familia de Everth Álvarez Hernández, recuerda la noche del pasado sábado 6 de mayo cuando su pariente fue asesinado de diez cuchilladas en una aparente riña, en la calle Jorge Eliécer Gaitán del barrio Viejo Porvenir, cerca al cementerio de Olaya Herrera.
Los allegados aseguran que la víctima no estaba armada, como se dijo al principio. “Él vivía en ese barrio y se dedicaba al reciclaje. Esa noche, como a las 7, iba a visitar a un primo que había llegado de Estados Unidos y que le iba a dar para que montara una venta de plátanos en carretilla. Cuando iba por la esquina donde lo mataron, un tipo conocido como ‘Brayan’, lo cacheteó y luego otro lo acuchilló”, dijo el familiar.
Afirmó que la víctima no pudo defenderse y que los asesinos huyeron a pie pero, horas después, uno de ellos fue capturado. “’Brayan’ se fugó, pero el otro cayó y ya está en audiencias. Esperamos que esto no quede impune porque le quitaron la vida a una persona que tenía un hijo de 9 años y dos padres a los que sostenía económicamente. Deben pagar por lo que hicieron”, añadió el pariente.
También señaló que Everth prestó servicio militar y no se metía con nadie. “Al parecer, todo ocurrió porque una bicicleta se perdió y lo culparon a él, pero nos dicen que los testigos gritaban que no lo mataran, que él no se la había robado, pero los tipos no escucharon”, apuntó.
Los allegados temen que liberen al presunto homicida. “El que está capturado fue el que le dio las cuchilladas. Esperamos que diga dónde está su cómplice”, dijo. La víctima y los presuntos agresores vivían en ese sector.