Bogotá se convertirá este martes en la meca de las negociaciones entre la oposición de Venezuela y el gobierno de Nicolás Maduro.
La cumbre internacional, convocada por el presidente Gustavo Petro y que cuenta con el beneplácito de Estados Unidos y la Unión Europea, está pensada para atender dos asuntos tan espinosos como inciertos: que haya elecciones transparentes en Venezuela y que Estados Unidos levante las casi 930 sanciones que ha impuesto al régimen desde 2015.
A la cita concurren diplomáticos de 20 países, entre ellos una delegación del presidente Joe Biden y el jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell. Pero esta mano que le lanza Petro a Maduro es riesgosa, pues ya han fracasado otras 15 intentonas de diálogo y esta podría terminar como un nuevo saludo a la bandera.
La conferencia tuvo como abrebocas un encuentro en la noche del sábado en la hacienda presidencial Hatogrande entre Petro y la oposición congregada en la denominada Plataforma Unitaria.
Si bien en el papel la cita, que se realizará en el Palacio de San Carlos, está ideada para descongelar los diálogos y avanzar en acuerdos tangibles para superar la crisis del vecino país, lo cierto es que emerge también como una plataforma política entrelazada por varios ejes, intereses y desafíos.
De por medio está el clamor internacional porque a Venezuela retorne la democracia y que en 2024 haya unas elecciones libres para que, si es voluntad del pueblo, Maduro dé un paso al costado.
“Este debe ser un acuerdo entre venezolanos que implica, naturalmente, un cronograma electoral con garantías y un levantamiento de sanciones en paralelo. Estamos en una búsqueda de soluciones”, defendió el canciller Álvaro Leyva al término del encuentro con Plataforma Unitaria.
Sin embargo, como muestra de lo empantanado que pinta el panorama, el mandatario venezolano ha condicionado cualquier avance en esa dirección a que Estados Unidos levante las más de 900 sanciones económicas a las que les achaca la crisis social.
El propio Petro puso el tema sobre la mesa en el encuentro que el pasado jueves sostuvo con el presidente Joe Biden en el despacho oval de la Casa Blanca. En medio de su periplo y como muestra de la preponderancia que tiene Venezuela y Maduro en su agenda, Petro también pidió ante la OEA (Organización de Estados Americanos) el reingreso del país vecino al Sistema Interamericano de Derechos Humanos.
Aunque el mandatario le planteó a Biden una estrategia para que haya elecciones y paulatinamente se levanten sanciones, tiene el reto de presionar a Maduro –su nuevo mejor amigo–, con la misma vehemencia con la que sirve de puente para los intereses del régimen.
En un mensaje de agradecimiento a Petro este domingo, Biden le recordó entre líneas esa obligación: “Gracias, presidente Petro por su compromiso de promover los valores democráticos en las Américas”.
Para el profesor David Castrillón, del Observatorio de Análisis de Sistemas Internacionales de la Universidad Externado, uno de los desafíos que marca el encuentro del martes es que las partes avancen en un punto medio entre elecciones y levantamiento de sanciones.
“Esta conferencia va a contar con la participación de poderosos actores externos. Por eso, se esperaría que la presión que ellos ejercen permita al gobierno y a la oposición venezolana llegar a puntos intermedios”.
Elecciones libres: el desafío inmediato
Los diálogos entre chavismo y oposición en México permanecen paralizados desde las postrimerías de 2021, cuando Maduro ordenó suspender cualquier acercamiento tras la extradición a Estados Unidos del empresario Alex Saab.
Ahora, a meses de las elecciones de 2024, la oposición sabe que el tiempo corre y se necesita avanzar en diálogos que permitan unos comicios libres. Es decir, la primera piedra que permita allanar el terreno.
“Esperamos que esta conferencia pueda lograr que se hable de democracia en Venezuela”, admitió a este diario el dirigente Stalin González, integrante de la plataforma unitaria.
Pese al optimismo, hay un indicio que da cuenta de las dificultades: la denominada Plataforma Unitaria no abarca toda la oposición de Venezuela, sino un solo sector: “Aquí hay 37 oposiciones”, reconoció a EL COLOMBIANO días atrás el embajador Armando Benedetti.
Justamente, la dirigente María Corina Machado, a nombre de su movimiento Súmate, cuestionó no haber sido invitada a la cumbre y expresó sus dudas, pues con esta ya van 15 iniciativas de diálogo frustradas.
De acuerdo con Machado, usualmente estos procesos han terminado dándole a Maduro tiempo y dinero. Inclusive, han terminado por “lavarle la cara” ante la comunidad internacional.
Desde Bogotá, Gerardo Blyde, coordinador de la delegación de Plataforma Unitaria, admitió que esa inclusión de otros sectores de oposición es una deuda. “Como se han levantado dos veces de la mesa por periodos largos no hemos podido conciliar esos mecanismos efectivos para la participación”, explicó.
Levantamiento de sanciones: ¿es viable?
Si bien el presidente Nicolás Maduro reconoció la gestión de Petro y celebró la conferencia, fue enfático en advertir que, más allá de este gesto, es menester que Estados Unidos levante las 929 sanciones que ha impuesto desde 2015.
En su encuentro con Biden, Petro habló de “una desactivación paulatina y progresiva de las sanciones”. Sin embargo, no hay certeza de qué tanta acogida tenga esta exigencia en Estados Unidos, que aún mantiene una recompensa de US$15 millones por la captura del mandatario.
De acuerdo con el profesor Castrillón, se trata de un escenario complejo debido a las condiciones del debate doméstico en Estados Unidos.
“Estamos a casi un año de las elecciones presidenciales y legislativas en Estados Unidos. Biden y los demócratas hoy se encuentran entre un panorama político de mucha fragmentación y polarización, y no puede darse el lujo de mostrarse débil ante gobiernos como el de Maduro”, precisó.
Para el dirigente González, el asunto está sobre la mesa y, lejos de ser asuntos que vayan por caminos distintos o que uno sea consecuencia del otro como aseguró Maduro, el levantamiento de sanciones y elecciones libres no son indivisibles.
“No se puede hablar de las sanciones sin hablar de democracia, estabilidad y libertades tanto económicas como políticas”, manifestó.
Los intereses y réditos para Colombia
Además de auxiliar a Nicolás Maduro, un aliado al que ha visitado 4 veces en 8 meses de gobierno y posicionarse como un líder regional, la cita de este martes también significa réditos para Petro.
En el frente más importante, el mandatario colombiano sabe que mejorar la economía del vecino le significará desarrollo y plata a Colombia.
Por ello no han sido gratuitos gestos como la reapertura de la frontera en Norte de Santander, la vía libre para el paso de carga pesada o el acuerdo de inversión que se tramita en el Congreso.
No es un asunto cualquiera: en 2013, antes de la crisis y las sanciones, Colombia exportaba a Venezuela bienes por 2.255 millones de dólares. No obstante, en 2022 apenas se llegó a 632 millones de dólares.
“De los 8 departamentos colombianos que están en la frontera, en 6 aumentó la pobreza en un 20 % y en los otros dos en un 65 %”, explicó el embajador Benedetti.
Inclusive, de por medio está la eventual venta de Monómeros, una empresa responsable del 40 % del mercado de fertilizantes y de insumos agroindustriales del país.
Con todo, el tema no se reduce solo a plata. Para Petro es fundamental que Maduro le ponga un alto al poderío de las disidencias y la guerrilla del ELN que se extendió hasta Venezuela, buscando que ello redunde en avances en su proceso de paz.
Una muestra es el reciente anuncio de Petro, quien confirmó una alianza militar con Venezuela para atacar al ELN.
Como se evidencia, son diversos los retos y desafíos que marcan el encuentro en Bogotá. Queda por verse hasta qué punto Petro logrará que Maduro ceda y garantice unas elecciones libres. De lo contrario, el mandatario colombiano estaría lavándole la cara al régimen y legitimando su sistema político, con las implicaciones que ello tiene a nivel internacional.
LAS FECHAS DE LAS SANCIONES
8 de marzo de 2015
“Amenaza para la seguridad nacional”
Barack Obama declaró a Venezuela como una “amenaza para la seguridad nacional” y estableció sanciones contra siete funcionarios del régimen por corrupción y violación de derechos humanos.
24 de marzo de 2017
Trump arrecia en sanciones
Bajo la batuta de Donald Trump, Estados Unidos prohibió transacciones con PDVSA, así como la compra de bonos. Otros 60 funcionarios fueron sancionados.
1 de noviembre de 2018
Golpe a exportaciones de oro
Fueron bloqueadas las exportaciones de oro desde Venezuela, en un intento por afectar una de las más importantes fuentes de divisas del régimen.
5 de agosto de 2019
Estados Unidos congela bienes
Alegando una “usurpación continuada del poder”, Trump ordenó congelar los bienes de propiedad y activos del régimen en Estados Unidos.
26 de marzo de 2020
Recompensa por captura de Maduro
Tras acusarlo de ser el líder de un cartel narcotraficante, que operaba con respaldo militar, Estados Unidos ofreció una recompensa de 15 millones de dólares por Maduro.
“NO SE PUEDE HABLAR DE LEVANTAR SANCIONES SIN HABLAR DE ELECCIONES”
El dirigente político Iván Stalin González, quien hace parte de la delegación que arribó a Bogotá el sábado, ha sido optimista frente al papel que ha jugado el presidente Gustavo Petro en la reactivación de los diálogos, pese a su marcada cercanía con el gobierno de Nicolás Maduro.
Según González, en este diálogo será central que se hable de levantar las sanciones contra el régimen (como lo pide Maduro), así como de garantizar elecciones libres. “Son indivisibles”, dijo a EL COLOMBIANO.
En esa línea, reconociendo que la oposición venezolana abarca más movimientos y organizaciones que las que integran la Plataforma Unitaria, invitó a que más colectividades se sumen a los diálogos de cara a darle legitimidad y fortaleza a cualquier acuerdo.
¿Cómo valora el papel del presidente Petro en esta discusión?, ¿es una garantía de imparcialidad o dudan dada su cercanía con Maduro?
“Valoramos esta iniciativa y valoramos lo que está haciendo el Presidente. Somos países hermanos, compartimos más de 1.200 kilómetros de frontera y lo que pasa de un lado de la frontera incide en el otro país y viceversa. Hoy agradecemos que el presidente Petro esté llevando a cabo esta iniciativa, aspirando a que logre el cambio que anhelamos”.
¿Qué esperan del encuentro?, ¿cuáles son los reclamos?
“Queremos concretar el cambio que tanto necesitamos, que podamos lograr tanto la estabilidad y libertad económica, como la democracia, es decir, poder elegir. Eso siempre lo vamos a agradecer y más en esta conferencia, que pone a 20 países a hablar de Venezuela y cómo las cosas deben cambiar”.
Se ha advertido que en Venezuela hay múltiples oposiciones. ¿Deberían ser convocados más actores para que no resulte un saludo a la bandera?
“Evidentemente, la oposición es más grande que la Plataforma Unitaria. Sin embargo, acá es donde está nucleado, donde hace vida, la mayor parte de la oposición en Venezuela. Siempre hemos estado abiertos a que cualquiera se sume a este esfuerzo”.
¿Basta el diálogo con la Plataforma para apaciguar ánimos?
“Hay que creer en esta ruta y en la búsqueda de acuerdos para que los venezolanos podamos elegir. Vamos a buscar los mecanismos necesarios que nos da el memorando de entendimiento para que otros actores puedan dar su opinión en el proceso”.
¿Es viable que Estados Unidos ceda y, como lo pide Maduro, primero levante las sanciones?
“Eso es parte de la negociación. Evidentemente las sanciones y las elecciones van por dos carriles juntos y no son indivisibles. No se puede hablar de las sanciones sin hablar de democracia, estabilidad y libertades tanto económicas como políticas”.
¿Por qué no han prosperado los diálogos en México?, ¿cuáles son las dificultades?
“El proceso ha estado parado porque el régimen se ha parado dos veces. Pareciera que es que no quieren acuerdos. Siempre hemos hecho la invitación a Maduro para que permanezca en la mesa. El objetivo es que discutamos y que busquemos acuerdos. El país necesita un cambio y para eso es el proceso: para buscar aliviar el sufrimiento de la gente y que podamos vivir tranquilos en paz. Soñamos con que nuestras familias puedan reencontrarse”.