La noche del 29 de marzo de 2023, Héctor Miguel Rodríguez Mendoza, de 21 años, ingresó junto con un amigo a un almacén de ropa ubicado en la calle 72 entre las carreras 41B y 43, norte de Barranquilla, con la intención de comprar una muda de ropa. Detrás de ellos, ingresó otro hombre que intentó quitarles un portátil y los celulares a los muchachos: de acuerdo con testigos, como los jóvenes se opusieron al atraco, el presunto delincuente sacó un arma de fuego y disparó.
Una de las balas dio en el pecho de Héctor Miguel, quien cayó dentro del almacén y de allí lo levantaron y llevaron hasta la Clínica La Asunción, cerca al sitio donde ocurrieron los hechos.
Mientras eso ocurría con el herido, el sujeto señalado de disparar fue retenido por varias personas que pasaban por el sitio: una muchedumbre lo agarró, lo golpeó con objetos contundentes y patadas hasta cuando llegó la Policía. Los gentes rescataron al presunto ladrón y se lo llevaron hasta otro centro asistencial.
Mientras la comunidad tomaba justicia por mano propia, Héctor, presuntamente víctima del atracador, moría. El deceso del joven estudiante de séptimo semestre de Enfermería fue confirmado pocos minutos después de su llegada a la clínica.
La muerte de Héctor generó un enorme dolor a sus familiares y amigos, quienes lo calificaron como una “persona decente y colaboradora que no se metía con nadie y a la que le robaron sus sueños”. En su honor, incluso, realizaron una velatón.
El presunto ladrón también murió
El atracador y ahora presunto asesino de Héctor, mientras tanto, se debatía entre la vida y la muerte en la Clínica Santa Mónica, pero tampoco ganó la batalla: los golpes que recibió fueron tan contundentes que el viernes 31 de marzo la Policía Metropolitana de Barranquilla confirmó su deceso.
El presunto ladrón y asesino fue indentificado por las autoridades como Gorín Antonio Avelar Valencia; de acuerdo con reportes oficiales, registra dos anotaciones judiciales por hurto, dos por porte ilegal de arma de fuego y otra por falsedad personal.
