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Tenía discapacidad: salió de casa a escondidas y buseta lo arrolló y mató

El joven siempre debía estar supervisado por otra persona porque tenía una discapacidad que limitaba sus acciones.

AErick Santana Herrera, de 20 años, nunca lo dejaban solo. El joven siempre debía estar supervisado por otra persona porque tenía una discapacidad que limitaba sus acciones.

En la mañana del jueves 23 de marzo, sus familiares lo descuidaron un minuto y fue fatal. El chico se salió de su casa y recorrió el barrio Primero de Julio, en Marialabaja, pero luego comenzó a caminar fuera de la zona donde lo conocían y él podía ubicarse.

Su familia contó que una vecina lo halló en una carretera. “Ella sabía que él tenía su discapacidad y por eso le dijo que se fuera con ella, que agarrara para su casa, pero él no le prestó atención. La vecina ahora se arrepiente, piensa que no sólo debió decirle que se fuera para la casa, sino que tenía que agarrarlo y llevarlo porque él no tenía sus facultades”, añadió el familiar.

Posiblemente, si la vecina lo hubiera llevado agarrado del abrazo a su vivienda, Erick estuviera vivo, porque ese día el joven sufrió un accidente de tránsito mortal.

Erick siguió caminando por las calles de Marialabaja y terminó en la llamada carretera La Pava, con dirección a Mahates. “Cuando nos avisaron eso, nos preocupamos porque sabemos que esa carretera es muy transitada y peligrosa. A cada rato ocurren accidentes allá y eso nos asustó. Fuimos a buscarlo de inmediato”, relató la pariente ayer, en Medicina Legal.

Fue muy tarde porque en el momento los llamaron para informarles que un bus de servicio intermunicipal había atropellado a Erick y había muerto en el sitio.

“Nos dijeron que el bus iba en su carril y Erick caminaba por el andén, pero detrás del bus venía una tractomula a toda velocidad, pidiéndole espacio al conductor del bus, es por eso que el conductor hizo una maniobra y terminó saliéndose de la vía, arrollando a Erick”, agregó.

La familia dice que el chico se desnucó. “El bus lo golpeó y el cuerpo de Erick cayó sobre su cabeza”, dijeron. El joven no tuvo una vida ordinaria debido a su situación mental; sin embargo, era muy querido en el barrio y en su familia por ser noble y cariñoso.

El conductor del bus, que llevaba más de diez pasajeros, se quedó en el lugar y esperó a las autoridades para responder con lo pertinente.

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