El tortuoso camino de estos dos proyectos inició en 2016 cuando fueron anunciados como parte de la renovación de la infraestructura hospitalaria del departamento, en donde también estaban los centros de atención de Curití (aún sin entregar), Los Santos y Barichara.
Ambas instituciones aún están sin terminar a la espera de recursos, pero la plata está garantizada por la Gobernación de Santander, contó Fredy Anaya, Contralor de Santander, tras una visita con sus equipo de trabajo a las dos instalaciones.
Avanzando pero con deudas y retrasos
En San Gil los residentes ven cómo la construcción de la nueva infraestructura va tomando más forma. El problema es que la primera fase, programada para terminarse en mayo -fecha propuesta tras el aplazamiento de noviembre del año pasado- no se cumplirá.
Anaya le contó a los veedores de la obra que el contratista estaba pidiendo cinco meses y aclaró que es cierto que en las próximas semanas pueda presentarse un parálisis que podría tardar máximo un mes.
La razón es que la Gobernación de Santander le estaría debiendo a la empresa contratista lo correspondiente a cinco actas o cuentas de cobro, que suman cerca de $2.000 millones.
Los recursos están en poder de la Gobernación y su desembolso debe ser aprobado por la Asamblea de Santander. El contralor de Santander confirmó que, de acuerdo con al compromiso adquirido por la Gobernación de Santander, la solicitud será presentada en los próximos días para que el órgano lo apruebe en las sesiones de este mes y ahí se espera que el trámite no dure más de tres días.
El próximo 4 de mayo se tiene programada una reunión entre la interventoría, la empresa contratista y la Gobernación de Santander, en donde se evaluarán los motivos del retraso, la nueva fecha de entrega y la posibilidad de que el ente departamental declare el desequilibrio económico del proyecto.
Paralizado y con fecha de reinicio
En cuanto a las obras de la nueva infraestructura del hospital de Mogotes, paralizadas desde hace casi dos años y medio, la construcción iniciaría nuevamente el 16 de mayo, así quedó establecido en las actas de la visita de la Contraloría de Santander al proyecto.
En los próximos días se espera que llegue la aprobación de los diseños por parte del Ministerio de Salud y que la Alcaldía entregue algunos permisos faltantes.
Los recursos también ya estarían garantizados por la Gobernación de Santander.
Más caros de lo esperado
Los dos hospitales enfrentaron en el proceso problemas con los estudios de suelo que obligaron a parar las obras, cambiar los diseños y ajustar las inversiones.
En este caso ambos fueron ‘salvados’ por el Pacto Funcional. El Hospital de San Gil, que inicialmente tenía una inversión proyectada y garantizada de $23.800 millones, terminará costando cerca de $49.000 millones y para eso dentro del sonado pacto se incluyeron $25.000 millones con destino a la institución.
En el caso del San Pedro Claver, la adición presupuestal es de $6.000 millones, que se sumarán a los $5.170 millones inyectados inicialmente.
