Cerca de 120 personas, en su mayoría niños y adultos mayores, se benefician del comedor comunitario del barrio Santander, un espacio para la inclusión social.
“Todo aquí es muy bueno, la comida, la atención y las instalaciones. Doy gracias a todos los que hicieron esto posible”.
Este es el testimonio de Víctor Fátima, un adulto mayor, quien desde el pasado lunes 25 de abril se ha visto beneficiado con la puesta en marcha del comedor comunitario en el Santander, en la Comuna 4 de la ciudad.
Como él, son más de 120 personas en condición de vulnerabilidad que se benefician de este espacio que abrió sus puertas luego de la gestión adelantada por la Junta de Acción Comunal del barrio y la labor humanitaria adelantada por la comunidad católica Siervos del Servidor.
“Este proyecto se venía buscando realizar desde hace dos años y se nos dio la oportunidad de empezar. Nosotros trabajamos gracias a las personas que ayudan donando cualquier alimento para este bello servicio”, dijo Claudia Suárez, integrante de la comunidad religiosa en mención.
El comedor comunitario, además de proveer alimentos, es un espacio de encuentro social y participación ciudadana que impacta positivamente a la población que más lo necesita.
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Cabe destacar que de manera previa se adelantó una caracterización para identificar a la población del sector que requería la ayuda alimentaria. Se espera, con la ayuda ciudadana, seguir beneficiando a más personas.
Los Gestores de Convivencia de la Comuna 4 vienen apoyando la labor social con la consecución de alimentos y la preparación de los mismos.
Alirio Amador, presidente JAC del barrio Santander, manifestó que este trabajo no hubiese sido posible sin la remodelación en la infraestructura del comedor hecha por parte del Gobierno del alcalde Juan Carlos Cárdenas.
“Esto quedó una maravilla. El salón estaba muy feo y ahora quedó con sus buenas cocinas, mesas, baterías sanitarias, todo excelente”, destacó el líder.