Algunos de los casos fueron denunciados por Jenny Suárez, abogada que lidera el comité jurídico del Comando Activista de Derecho Ambiental. Ella afirma que los caninos resultan afectados al ingerir alimentos envenenados.
“Nos llega a la organización Comando Activista de Derecho Ambiental a decir que hay más o menos seis caninos envenenados, que llevaron de manera urgente a las veterinarias del sector”.
Q’hubo conoció que una de las trampas fue puesta en la calle 195 A. En ese lugar, mientras una florideña paseaba a su mascota, “Toby” consumió un producto tóxico que habrían dejado personas de mala fe.
¿Qué le pasó a “Toby”?
El jueves pasado Verónica Rodríguez paseaba a su mascota “Toby” por la calle 195A.
El perrito se acercó al jardín de una vivienda donde halló un pedazo de “víscera” que se comió de un mordisco. Eso le produjo problemas respiratorios casi de inmediato.
“Empezó a caminar descoordinado, no se podía sostener y comenzó a temblar”.
Gracias a la pronta reacción, “Toby” alcanzó a vomitar el ‘cebo’ y no sufrió mayores complicaciones.
Ese mismo día, Verónica conoció otros dos casos donde las víctimas reaccionaron igual, en el mismo sector. “No sabemos exactamente qué veneno es, pero según el diagnóstico parece de tipo fosforado por los síntomas”.
Todos en alerta
La presidenta de la Junta de Acción Comunal de Villas de San Francisco, Sandra Ortiz, informó que los vecinos reportaron seis perros envenenados, de los cuales tres han fallecido.
“Una vecina mía me buscó en la casa y me informó que su mascota había consumido algo envenenado y por ella misma supe de otros 3 casos”, dijo Sandra a Q’hubo.
Ese mismo día, la presidenta realizó un perifoneo alertando a la comunidad y a los visitantes para que no soltaran a sus mascotas y fueran cuidadosos a la hora de pasearlos.
La Policía investigará
A su vez, Ortiz se comunicó ayer con la Policía Ambiental, donde la informaron que este miércoles harán presencia en el sector para conocer de cerca el problema.
También revisaron las grabaciones de algunas cámaras de seguridad, pero no se evidenció alguna acción sospechosa o alarmante.
“En las poquitas cámaras no se ha visto nada. Dentro del parque no tenemos este elemento de vigilancia, es otra de las falencias que no nos permiten identificar este tipo de cosas a tiempo”, aseguró.
Tanto Jenny como Sandra y Verónica, esperan continuar el proceso por medio de una denuncia ante la fiscalía. Por esa razón, invitaron a la comunidad para que se acerquen e informen este hecho, para que de esta forma se pueda identificar a la persona que están llevando a cabo esta lamentable situación.