Aunque poco se escuche de su existencia, lo cierto es que el asentamiento humano Villaluz Campestre es un sector en el que a diario se lucha por ser mejores personas.
Ubicado en el corregimiento 1, a 45 minutos del casco urbano de Bucaramanga, esta zona vulnerable desarrolló ayer una actividad que involucró a los niños y niñas locales, así como migrantes que residen en su comunidad, para enseñarles los valores con los que es necesario vivir a diario en la sociedad. Se trató de un partido de fútbol relámpago, en donde 45 niños aprendieron de respeto, tolerancia, fortaleza, y mucho más.
Wilson Aparicio Cáceres, presidente de la Junta de Acción Comunal del asentamiento humano, precisó que “la iniciativa es súper buena porque eso es lo que se busca en la comunidad, fomentar los valores en los niños; es algo muy importante para todos. Además, es la primera vez que se hace una actividad de estas con ellos en donde puedan aprender tanto”, dijo.
El partido consistía en que cada equipo llevaba el nombre de un valor. “Jugaba, por ejemplo, tolerancia Vs respeto e iba desarrollándose el torneo para finalmente tener el equipo ganador. A todos se les dio medallas por su participación y la pasaron muy bien, muy felices”, agregó el líder.
Sumado a la actividad con los ‘chiquis’, la comunidad compartió mute, bebidas heladas y muy buena energía mientras se les hacía barra a cada uno de los equipos participantes.
“Todos estuvimos muy contentos. Estas actividades enseñan cosas buenas a nuestros niños y además los ayuda a aprovechar el tiempo libre en espacios de diversión y deporte”, culminó Aparicio Cáceres.
