En medio de las montañas piedecuestanas se levanta un vecindario, que legal o no, alberga a más de 5.000 familias ‘garroteras’, que tienen que luchar para desplazarse hacia sus hogares, además de las desventajas que tienen al ser calificados como un ‘asentamiento humano’.
Esta comunidad tiene que sortear zonas oscuras, por falta de luminarias; la ausencia de alcantarillado, el acceso limitado al agua y sumado a eso, la poca intervención gubernamental.
Si bien no gozan del título de urbanización legal, lo cierto es que Altos de Guatiguará ya lleva 30 años de su fundación por lo que la comunidad desea ser incluida dentro del Plan de Ordenamiento Territorial de Piedecuesta, para que puedan beneficiarse de la inversión municipal.
Al respecto, su actual presidente de la Junta de Acción Comunal, Raúl Galván Gómez, señaló que es momento de concertar la legalización de este vecindario y negó que el terreno sea peligroso para construir.
“A nosotros no se nos ha caído ninguna roca, o hemos estado en apuros”, agregó el representante de la comunidad.
¿Es reserva forestal?
Uno de los ‘peros’ de la legalización de este sector es la figura de reserva forestal que impediría el asentamiento humano en estos predios. “Cuando la Corporación habilitó esa figura ya estaban viviendo más de 600 personas y ellos nunca los desalojaron de allí”, insistió Galván.
Lo cierto es que este líder comunal aclaró que no se ha hecho delimitación que permita saber cuál es la zona a proteger.
Son alrededor de 19 asentamientos humanos los que ya ocupan este sector.
“Lo primordial que le pedimos a la Administración es que el lote 8, que ya salió a favor de la nación, sea pedido para que se legalicen las viviendas de las personas que están asentadas en este territorio”, dijo.
Cabe resaltar que, este sector que podría ser legalizado, es uno de los más grandes de Altos de Guatiguará, con 214 hectáreas.
Piden mejores condiciones
Pese a que el líder comunal se ha puesto la ‘10’, consiguiendo algunos convenios para el alumbrado público, lo cierto es que los habitantes de este sector siguen padeciendo por la calidad de sus vías.
“Queremos que nos colaboren con la maquinaria, para arreglar el camino, además del material, porque la vía está muy deteriorada”, afirmó el presidente de la JAC.
Por otro lado, se necesita un sistema de recolección de basuras, pues ante la falta de servicios públicos se están contaminando los lugares comunes del sector.
“Vamos a intentar llegar a un acuerdo con la Piedecuestana de servicios, a ver si conseguimos que nos recojan los residuos”, aclaró Galván.