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Albeiro Vargas, un ‘ángel’ con el don del servicio a los abuelitos en Bucaramanga

La Fundación Albeiro Vargas & Ángeles Custodios en Bucaramanga atiende a 260 adultos mayores. Muchos de ellos llegan todos los días, del norte de la ciudad, en un bus que tiene la fundación.

Han pasado 38 años desde que la amistad de un niño con su abuelito dio sus frutos. Allí nació, al norte de Bucaramanga, la “Fundación Albeiro Vargas y Ángeles Custodios” liderada por el ‘ángel’ que abraza a sus viejos con su don de servicio.

Albeiro Vargas es un hombre alegre, conversador y su vocación ha sido defender los derechos de los adultos mayores y facilitar la formación de los Ángeles Custodios como emprendedores sociales.

“Nací el 7 de Junio de 1978, en uno de los barrios periféricos de Bucaramanga, en un hogar humilde. Muy pequeño empecé a sensibilizarme por la desesperanza y el dolor humano, estuve entre la pobreza de los más pobres y desprotegidos: los adultos mayores. Hoy, veo esta realidad como una bendición, pues ante las carencias, el señor me regaló en abundancia, un corazón enorme capaz de iniciar esta gran obra”, dice Albeiro.

Su Fundación

Ha sido reconocida nacional e internacionalmente, en varias oportunidades como institución “Modelo en el cuidado y atención de los adultos mayores”.

Ha atendido miles de adultos mayores, dándoles alojamiento, vivienda, vestuario, cuidados de salud, ocupación en su tiempo libre y, lo más importante, brindándoles unas mejores condiciones de vida.

Esta obra sigue creciendo, sobre todo en necesidades. Es imprescindible incrementar y mejorar algunos servicios como la asistencia en salud, terapia ocupacional, recreación y vivienda; para que algún día se haga realidad el sueño de disponer de

“La Ciudadela del Adulto Mayor”. Un macroproyecto que requiere de muchos recursos, pero que busca lo que jamás deberá faltar, el servicio con amor.

Un llamado a servir

Albeiro invita a la comunidad a servir, no solo desde su fundación sino desde cualquier medio que se pueda prestar un servicio al otro, sin ningún interés.

“A veces nos creamos o inventamos los límites e incapacidades de ayudar, y a veces pensamos que podemos empezar a velar por el otro hasta que nos ganemos la lotería o terminemos la universidad, pero no es así. Para ayudar solo se necesitan tener ganas y voluntad. Albeiro Vargas nació en el barrio Transición, sin dinero, solo con sentido social y brindándoles sonrisa a los abuelitos. Así lo puede hacer cualquiera hoy, no dejando esta tarea para mañana. Hoy es el día de servir, de ayudar, de escuchar a un anciano, de visitarlo.

El ‘plan de spa’ de los abuelitos

En esta moderno escenario los abuelos disfrutan de las luces y de una música suave, aspirando aromas reconfortantes, apreciando imágenes sugestivas y escuchando mensajes motivadores que los reconcilian con la vida. Es como un singular un ‘plan de spa’ para los adultos mayores, muy oportuno en estos tiempos tan difíciles.

Y el programa es mejor cuando son los ancianos pobres, esos que han sido abandonados por sus familias, los que pueden disfrutar de una tarde de equilibrio y de bienestar físico y emocional.

Se trata de la sala multisensorial ‘Verzini’, un espacio para la estimulación sensorial, en el que se busca promover el manejo de emociones y sentimientos de forma positiva.

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