Desde hace 10 años, los animalitos tienen un ‘ángel guardián’ que los protege y les brinda un hogar. Se trata de Diana Katerine Lozano Manrique, una bumanguesa que ha dedica gran parte de su vida a rescatar a los animales que se encuentran en peligro, o que sufren de maltrato.
El amor por las mascotas está presente desde que era tan solo una niña. Entre risas recordó que su mamá la regañaba porque su almuerzo se convertía en la comida de todos los ‘peluditos’ que se acercaban a la puerta de su casa. “Lo hacía a escondidas, pero esa idea de ayudar quedó guardada, y al crecer, busqué la forma de materializarlo, como lo hago hoy en día”, dijo. Katerine.
Damas Colombia
La idea de crear una fundación nació tiempo atrás, cuando, junto a su esposo, tomaron la decisión de adoptar la primera mascota. “Nos dimos cuenta de la situación actual que viven muchos animales que no tienen un techo”, dijo Diana. Poco a poco se fue involucrando en el tema del cuidado, y la protección, pues “quería ayudar a solucionar esta problemática, porque a veces nadie se ‘pone la camiseta’ por este tipo de situaciones”.
Fue así como Diana creó Damas Colombia, una fundación para la defensa de los animales maltratados y abandonados de Santander y Colombia. Aquí, los animalitos reciben una atención completa, ya sea con acompañamiento médico, o con trabajos de recuperación de la parte física y emocional, para que recuperen la confianza en las personas.
“Le tratamos de proporcionar los servicios de veterinaria, todo lo que el animalito requiera, para que tenga una recuperación satisfactoria”, aseguró la mujer de 38 años.
Actualmente, el refugio se encuentra ubicado en la vía hacia Lebrija, una parcela que al hoy alberga 60 animales, entre gatos, perros, patos y conejos, todos rescatados y a la espera de una nueva familia.
Unidos por una buena labor
La casa de Diana Lozano se convirtió en el hogar de mucho ‘desamparados’, pues tal y como ella lo mencionó, “empezamos adoptando y terminamos albergando muchas mascotas en condición de abandono”. Esta ‘invasión’ logró que la fundación se convirtiera en una labor en familia, en donde todos interactúan, cuidan y son responsables por cada uno de los animales que llegan a la parcela.
Detrás de Damas Colombia también se encuentra el esposo de Diana, y el hijo, un joven de 15 años. Los tres guiados bajo un interés común: cuidar a los animales. Juntos le ‘ponen’ alma y corazón a la fundación. Alternan sus compromisos personales y laborales, con los cuidados de cada animal.
“Esto es poner un granito de arena, porque yo sé que la labor que hacemos en mínima para todo lo que se requiere a nivel mundial. Uno aprende a respetar a los animales, y lo que yo quiero es contribuir a cambiar un poquito la historia tan triste que siempre han vivido”, aseguró Diana.