La crisis migratoria que desde hace más de cinco años afronta la región generó impactos negativos en áreas naturales de Bucaramanga que fueron invadidas para levantar construcciones irregulares, y afectaciones en espacios públicos como parques y plazoletas que son usados por decenas de migrantes para pernoctar, pasar el día y hasta hacer necesidades del cuerpo.
Apartándose un poco de la compleja situación humanitaria que atraviesan los ciudadanos provenientes del vecino país, miles de bumangueses y habitantes en el área consideran que “ya es hora” de poner orden en escenarios como el parque de Los Niños, tal vez uno de los entornos más perjudicados a raíz de los desórdenes denunciados.
Hasta asaltos con arma blanca
Desde hace cerca de un año habitantes del sector y visitantes reportan situaciones que afectan la seguridad y convivencia como el consumo y venta de psicoactivos, desórdenes de residuos, y hasta casos de hurto.
Luego de múltiples episodios en los que incluso se advirtieron ataques con arma blanca, Gobierno Local y Policía Metropolitana multiplicaron sus acciones en conjunto y desplegaron rigurosos operativos en puntos neurálgicos.
Este tipo de inconvenientes con ciudadanos migrantes también se han reportado en escenarios como el parque García Rovira y el intercambiador de la Avenida Quebradaseca con carrera 15, en donde los bumangueses han denunciado situaciones como el acopio de chatarra y desaseo en senderos peatonales, zonas verdes y en mobiliario como bancas.
Las estadísticas
De acuerdo con las estadísticas más actualizadas de Migración Colombia, en el área metropolitana residen más de 69 mil migrantes y solo en Bucaramanga hay 41.460 ciudadanos censados provenientes del vecino país.
“En parques como San Pío y Las Cigarras ya se ven desórdenes por parte de migrantes. Algunos extienden colchones y duermen todo el día como si nada. En San Pío incluso he visto a algunos escondiendo armas blancas en los árboles y entre los matorrales”, reportó un ciudadano.
Multiplican esfuerzos
Además de las afectaciones registradas en el espacio público de Bucaramanga, otra causa que generó este accionar de las autoridades es la cantidad de roces reportados entre limpiavidrios y conductores, en los que incluso se han denunciado ataques con cuchillo por parte de quienes ejercen tales tareas de limpieza en los cruces viales.
Desde el pasado fin de semana la Policía Metropolitana y la Alcaldía de Bucaramanga intensificaron los operativos migratorios en conjunto con el fin de recuperar entornos y prevenir alteraciones de orden público.