Los pesebres ya son parte de la tradición para las familias colombianas. Incluir puentes, fuentes de agua o animales que no pertenecen al nacimiento del niño Jesús, son algunas de las características de esa costumbre.
Por eso una familia piedecuestana decidió llevar el suyo a otro nivel y les puso movimiento a los personajes.
¿Cómo surge esa idea?
Francisco Vargas lleva 35 años casado. En 2005, cuando visitaban ferias de pesebres con su esposa, le llamó la atención el ingenio de algunos para animar la navidad con figuras que se mueven. Pues desde esa fecha decidieron incluir cada año un objeto con movimiento al escenario de la familia.
A la fecha tienen entre 25 y 30 figuras, entre tres fuentes de aguas que corren, un panadero, un hombre que saca agua del pozo, una estrella fugaz, la cuna que se mece, entre otros elementos que se convirtieron en un plan para los habitantes de Bucaramanga y su área metropolitana.
La artesanía cuenta con un sistema que también le permite simular el día y la noche: luces que semejan el paso de las horas y que activan, según la jornada, las acciones que realizan algunos personajes. También reflejan las prácticas de Piedecuesta y otros municipios de Santander, como el caminar en círculos de una mula para pisar el barro con el que se fabrican las tejas y los ladrillos.
Tradición de 15 años
El talento de los Vargas hace parte de la unión y la muestra de devoción en estas festividades.
“Este es un trabajo en equipo junto con mi esposa y mi hijo menor. Parte de la devoción que le tenemos al niño Dios y la fe que tenemos de rezar la novena de aguinaldos y aparte de eso, yo soy muy aficionado a la tecnología, entonces es por eso que también se me facilita este tipo de trabajos”, explica Vargas.
Actualmente este piedecuestano estudia tecnología en mecatrónica y desarrolla todas sus habilidades en este pesebre que les toma 15 días en armar.
Si desea visitarlos y conocer la animación del pesebre puede hacerlo de 6:00 p.m. a 9:00 p.m. en la carrera 19#7-63 en el barrio La Colina.