Un total de 15 familias campesinas de Floridablanca, en su mayoría lideradas por mujeres cabeza de hogar, recibieron elementos agropecuarios para sus unidades productivas de huertas caseras autosostenibles, tales como abonos, canastillas, regaderas de plantas, tanques de agua, y semillas de fríjol, arveja, maíz, plantas aromáticas y medicinales, entre otros insumos.
Se trata de una estrategia que inició la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural de Santander con la que se busca aportar a la reactivación económica del agro y el campo santandereano. Además de Floridablanca, el proyecto en su primera etapa también llegará a localidades como Guavatá, Matanza, Puente Nacional, San Joaquín, Gámbita, Hato, Oiba, San Gil y Sucre.
Rosmary Mejía Serrano, secretaria de Agricultura y Desarrollo Rural de Santander, indicó que con esta jornada recién cumplida “damos inicio a la entrega de los insumos para el fortalecimiento de la seguridad alimentaria en nuestro departamento, así las mujeres rurales y sus familias ya podrán iniciar la construcción de sus huertas caseras autosostenibles, en las que además contarán con acompañamiento técnico por parte de Corpoagro, que es la unidad ejecutora”.
Este acompañamiento técnico, según información suministrada por la funcionaria, les permitirá contar con asistencia y capacitación durante todo el proceso, con el fin de garantizar la sostenibilidad de la unidad productiva.
“El proyecto se venía trabajando desde el año pasado y quedó establecido dentro de una de las metas y líneas del Plan de Desarrollo”, anotó.
Beatriz Delgado Cano, beneficiaria de la vereda Casiano Bajo, aseguró que recibir estos elementos ha sido motivo para estar “felices y bendecidas, porque entre tantas mujeres y familias campesinas, ser beneficiarios es una bendición. En nuestras tierritas todo lo que sembremos se nos da; vamos a sembrar arveja, maíz, fríjol, hortalizas y otras cositas más, productos que podremos comercializar en la placita”.
Cabe resaltar que el proyecto para el mejoramiento de las garantías y autonomía de la seguridad alimentaria de Santander impactará positivamente a una 150 familias y tiene una inversión cercana a los $500 millones.