La obra de la Conectante C1-C2, que se adelanta entre los cerros orientales de Floridablanca, podrá tener licencias ambientales y demás, pero le hace falta la más importante: la social.
La comunidad del sector, sigue manifestando su inconformidad, por una obra que bien podía adelantarse en otro sector -como la vereda Sevilla en Piedecuesta- y así evitar la afectación al medio ambiente que generó y que si se reanuda, puede seguir generando.
Los más de 14 kilómetros que conformarán esta vía, atraviesan por las veredas Guayanas (sector Los Cauchos), Casiano, Alsacia, Helechales, Vericute (sectores Santa Bárbara) hasta llegar al kilómetro 8 de la vía a Pamplona.
De acuerdo con la ingeniera ambiental Juliana Alvarado, “todo proyecto debe ser sostenible y generar desarrollo económico, social y ambiental y, en el caso de la Conectante C1-C2, esta no cumple ninguno de los tres requisitos”.
“Por el contrario, este proyecto es altamente nocivo para la vida y el futuro de los florideños y demás habitantes del área metropolitana de Bucaramanga, teniendo en cuenta que autoriza la tala de 18.000 árboles”.
Por su parte, el abogado Alejandro Alvarado, cree que la licencia se concedió sin analizar primero, pues no se evaluaron otras posibilidades en cuanto a trazados.
“No existió un diagnóstico ambiental de alternativas.
“Las áreas donde se pretende construir la vía están dentro del Distrito Regional de Manejo Integrado de Bucaramanga y Floridablanca, que es la garantía de protección de los ecosistemas del área metropolitana”, precisó.
Además, el Comité para la Defensa de los Cerros Orientales continúa buscando apelar la Licencia Ambiental otorgada a la obra.
“La obra ya está ocasionando un desastre ambiental para los cerros orientales porque ya el consorcio ha talado 5.000 árboles, de los 18.000 contemplados en el proyecto.
“La compensación ambiental se hará en Rionegro y no en Floridablanca. Nos vendieron una mentira, porque esa vía apenas llevará el tráfico pesado al kilómetro 8 y recortará en pocos minutos el tiempo del trayecto.
“Como si fuera poco, nos manifestaron que la obra traería desarrollo y empleo a la región y es mentira. Sólo unos 30 florideños, con empleos menores, se beneficiarán de ella, lo cual es irrisorio para el daño ambiental y social”, dijo la concejal Milady Tovar.