El SARS-CoV-2 se sigue configurando como la principal causa de muerte natural en el país. En su más reciente entrega de estadísticas vitales, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística, Dane, reveló que en lo corrido del 2021 la tasa de mortalidad más alta en el país por COVID-19 confirmado se presenta en Santander con 214,4 defunciones por cada 100.000 habitantes y en Bucaramanga con 313,1.
En su orden, por departamentos, le siguen Atlántico y Bogotá con 214,3 y 207,9, respectivamente. Y, por ciudad capital, Barranquilla con 275,2 y Yopal con 252,6 defunciones por cada 100.000 habitantes.
Esta tasa, en lo que respecta al consolidado del territorio nacional, se situó en 153,1, mientras que por COVID-19 sospechoso llegó a 23,6, para un total de 176,7 fallecidos por cada 100.000 habitantes en Colombia.
De acuerdo con Juan Daniel Oviedo, director del Dane, en las primeras 23 semanas de 2021, el número de defunciones por COVID-19 confirmado y sospechoso superó a las registradas en las 53 semanas del 2020.
Para la semana 35, es decir al 5 de septiembre de 2021, las muertes por Coronavirus confirmado y sospechoso, representaron el 7% del total de defunciones en el país.
“A partir del 28 de mayo de 2021 se rompió la barrera de 500 defunciones diarias por COVID-19 confirmado, un comportamiento que se sostuvo hasta el 8 de julio de 2021. Después de esa fecha se ha observado un descenso significativo hasta registrarse menos de 100 desde el 15 de agosto de 2021”, subrayó.
Toda la pandemia
Cabe destacar, con base en el informe presentado, que entre el 2 de marzo del 2020 y el 5 de septiembre del 2021, en el territorio nacional se certificaron 129.897 fallecidos por Coronavirus. Bogotá concentró el 21,3%, Antioquia el 12,4%, Valle del Cauca el 10,2%, Atlántico el 7,7% y Santander el 6,0%, lo que se convierte en las cinco zonas del país que más aportan al indicador de mortalidad.
“Este orden de contribución coincide con el orden de participación económica y de dinámica productiva. De hecho, llegan a superar la contribución que hacen al Producto Interno Bruto, lo cual es una señal de cómo la pandemia afectó de forma más importante las condiciones sociales, económicas y urbanas de estas cinco área greográficas”, comentó Oviedo.
La distribución territorial por COVID-19 sospechoso no guarda el mismo orden.
Por otro lado, el director del Dane precisó que, para este mismo periodo, el 60,8% del total de defunciones por COVID-19 confirmado sucedió en las ciudades capitales, es decir 78.991. En su orden, Bogotá aportaba 27.620, Medellín 7.917, Cali 7.393, Barranquilla 5.891 y Bucaramanga 3.166.
“Esto quiere decir que los cinco departamentos más importantes en la economía son los cinco departamentos más importantes en la mortalidad y cinco ciudades capitales que generan más empleo son las que tienen mayor contribución en la mortalidad por COVID-19”, aseveró.
Al analizar el estrato socioeconómico y el departamento de residencia del fallecido, se observa que, del total de las defunciones, Santander concentra un 1,8% que vivían en el estrato 2 y un 1,6% que vivían en estrato 3, frente al total nacional.