Cuando el semáforo se pone el rojo, allí llegan sus clientes.
Sedientos de probar el dulce sabor del campo, Mayerly Sandoval, una santandereana de pura cepa brinda su mejor atención y da a probar su producto.
Estamos hablando de la piña, la fruta más apetecida en este sector del semáforo del barrio Bellavista, justo en plena carretera antigua.
“Maye”, como muchos la conocen, lleva más de 5 años en este punto. Su carisma y la habilidad para cortar este fruto le da toda la experiencia para hablar con seguridad de su negocio.
“Acá se vende buena piña, de calidad. Nunca nadie ha venido a quejarse del sabor de la oro miel. Es un producto traído desde Zapatoca y siempre, todos los días, los clientes se la llevan toda”, dice esta mujer, que desde las 7:00 de la mañana y hasta las 7:00 p.m., está exhibiendo el producto.
Su secreto
Según Mayerly, el secreto de los negocios está en conocer lo que se vende y como ella dice: “así esté verde la piña, sale madura, sólo es tocarla y palparla, abrirla con el cuchillo y probarla, con sal o limón”.
“Nosotros vendemos la oro miel y la criolla, ‘perolera’ que le dicen. Le damos lo mejor al cliente, le hacemos combos, bolsas ya picadas para que puedan degustarlas de una vez y también descuentos. El éxito está en consentir a quienes viene y compran el producto”, dice esta mujer, que vive en Provenza y llega muy puntual a su puesto de trabajo.
Una mujer ejemplar
Mayerly se le mide a todo. Aunque ya está radicada en este punto, su paso lo recuerda con nostalgia, porque allí fue donde aprendió en el tema de las vendas.
“He sido vendedora informal desde hace muchos años. Trabajé en el centro de Bucaramanga en toda la calle 35 con 16. Vendía ropa y comencé a tratar clientes, sabiendo que uno tiene que dar lo mejor para que las personas vuelvan a comprarle”.